en esta hora crucial

Llamamiento al movimiento popular costarricense

2007-07-20 00:00:00

Costa Rica se encuentra en uno de los momentos más críticos y trascendentales de toda su historia. La lucha contra el TLC, que lleva más de cuatro años, ha desnudado las profundas desigualdades propias del modelo neoliberal que concentra riqueza y poder, modelo aplicado al pie de la letra por la burguesía del país en las últimas dos décadas y media, siguiendo en todo el Consenso de Washington, los famosos Programas de Ajuste Estructural (PAE) entre otras cosas; pero también ha mostrado el enorme poder de la legítima resistencia popular frente a este proceso.

A lo largo de este periodo, ha crecido la riqueza económica a ritmos acelerados, pero esto ocurre al mismo tiempo que esa riqueza se concentre en pocas manos, por lo cual la pobreza en todas sus manifestaciones se ha extendido y profundizado. La destrucción del campesinado nacional y del mundo rural en general, la transnacionalización de la industria y el campo, el retroceso del Estado como empleador y proveedor de servicios sociales, entre otros, señalan el fracaso del modelo.

Con el TLC, como reiteradamente se ha señalado, estas tendencias se profundizarán a niveles nunca vistos en nuestro país, pero que son conocidos por sus impactos brutalmente negativos para la población en países como Argentina, Chile y México.

Ha sido esa misma burguesía político-empresarial, cuyos intereses son protegidos y consagrados por el TLC, la que en su afán de imponerle dicho Tratado al resto del país, nos ha puesto a las puertas del mayor fraude de toda la historia patria. El desarrollo de los acontecimientos en los últimos años, además, nos han puesto bajo un régimen que, bajo una precaria apariencia democrática, es ya una verdadera dictadura, instaurada como una junta de administración de intereses particulares, que se imponen a toda la nación en nombre del bien común. Los siguientes hechos confirman lo anterior:

• El voto de la Sala IV que permitió a Oscar Arias postularse nuevamente para la presidencia de la República. Este voto allanó el camino hacia una nueva fase de la dominación burguesa, permitiendo que asumieran el control del gobierno sus facciones más poderosas y reaccionarias.

• El acuerdo de las grandes empresas de comunicación, que defienden los intereses del capital local y transnacional, que ataca a los opositores al TLC y engaña, manipula y amenaza a la población trabajadora de nuestro país.

• La inexistencia de la “división de poderes” consagrada por la Constitución Política. El Poder Ejecutivo, la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema, la Sala IV y el Tribunal Supremo de Elecciones, actúan bajo el mando de los Arias y sus socios, adecuando el derecho a los intereses de los ricos y del capital transnacional.

• ch) La negativa, del Ejecutivo y de gran parte de la Asamblea Legislativa, a retirar los proyectos de la Agenda de Implementación, los cuales son requisitos y parte sustancial de lo que significa el TLC. Rodrigo Arias reiteradamente ha dicho, que aún ganando el “NO” en el referéndum, esos proyectos van a ser aprobados.

En el escenario dibujado por los elementos anteriores, consideramos que la convocatoria a referéndum para decidir la aprobación o rechazo del TLC con los Estados Unidos, más que una reafirmación de la democracia, constituye un monumental fraude, orquestado por todos los poderes públicos, que obedecen al gran capital.

La reciente divulgación por parte del TSE, del reglamento que regirá la aplicación del referéndum, así como el fallo de la Sala IV donde dicho tribunal rechaza ad portas las muy sólidamente fundadas consultas sobre la inconstitucionalidad del TLC, ponen el broche de oro a la gran mentira que se pretende consagrar en nombre de la democracia y la participación popular.

Ahora, estamos convencidos de que el fraude no será solo la manipulación de votos, sino que todo el proceso es en sí mismo fraudulento, antidemocrático y con una sola intención: legitimar el TLC en las urnas y aplastar con ello a la oposición ciudadana que se ha expresado en las calles y en muchos otros espacios, de forma crítica y decidida, en contra de la aprobación de un tratado que, por sus características, no dudamos en denominar como neo-colonialista.

La mesa está servida. La burguesía ha llevado al país al borde de un conflicto que, más tarde o más temprano, transformará a este país. No es posible ocultar eternamente las mentiras que sostienen todo el aparato de la dominación económica y política que trae consigo el TLC.

Ante lo ocurrido en las últimas semanas, llamamos al movimiento popular a retomar la mejor arma que tenemos y que ha permitido alcanzar muchas de las conquistas y derechos del pueblo costarricense: la movilización callejera y organizada del pueblo. El fraude ya se está ejecutando frente a nuestros ojos y, si no hacemos nada al respecto, seremos cuando menos cómplices de los poderes que ven en el TLC su proyecto máximo y definitivo.

Con bloqueos, marchas, foros, conversas, conciertos, como queramos expresarnos y movilizarnos, en la calle; un escenario que siempre ha sido nuestro y que sería un error abandonar en la coyuntura actual que vive el país. Debemos aprender de nuestro propio pasado, de luchas populares para que no nos vuelvan a mentir, manipular y finalmente sacrificar en el altar del “libre comercio”.

Por Trabajo, Justicia y Vida

Coordinadora Sur-Sur contra el TLC
Coordinadora Norte contra el TLC
Grito de los Excluidos/as Mesoamérica-Costa Rica
DITSÖ