Derechos de la Madre Tierra

Ante la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo “Rio+20” a realizarse en el mes de junio en Río de Janeiro, Brasil, en la cual los gobiernos de 193 países se reunirán para firmar un nuevo acuerdo global para guiar las políticas de desarrollo en el futuro, decimos:
 
A veinte años de realizada la "Cumbre de la Tierra” de 1992, en la que los países se comprometieron a asumir el Desarrollo Sostenible para la erradicación de la pobreza y el cuidado del medio ambiente, los resultados son desalentadores; La concentración de la riqueza sigue concentrándose más en manos de un grupo pequeño de la sociedad y el deterioro del medio ambiente es cada vez más alarmante.
 
El mundo está enfrentando una crisis de la civilización occidental, en la que el sistema económico global basado en la acumulación de capital, ha roto el equilibrio con la Madre Tierra, llevándonos peligrosamente ante un punto donde el daño será irreversible y tendrá grandes impactos y consecuencias.
 
El estado de situación de las negociaciones sobre cambio climático es desalentador; Los compromisos inconsultos de los gobiernos para la reducción de gases de efecto invernadero son insuficientes. La ciencia ha alertado que con estos compromisos, el planeta llegará a un escenario que superará un incremento de 4°C de temperatura promedio global, lo que significa que muchas regiones sufrirán eventos extremos impredecibles, con costos incalculables, donde miles de millones de personas serán afectadas y desplazadas, aumentando la pobreza.
 
En medio de ésta crisis financiera, energética, climática, ambiental y alimentaria, las Naciones Unidas pretenden imponer una nueva estrategia para salvar el sistema capitalista través de la "Economía Verde", que propone abrir nuevas fronteras para realizar negocios a través de la mercantilización de todos los recursos naturales, sus funciones y ciclos, lo que aumentará aun más la crisis económica social y ambiental.
 
Los postulados de la “Economía Verde” plasmados en el “Borrador Cero” no son una respuesta a la actual crisis ambiental y climática y la solución no puede pasar por ponerle precio a la naturaleza para el beneficio de los grandes capitales.
 
La Economía Verde vulnerará  los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales, incluyendo los derechos a: la vida, la salud, al agua, a un medio ambiente sano, a un nivel de vida digna, a los medios de subsistencia, a la propiedad, la vivienda, al desarrollo, a la cultura y los conocimientos tradicionales, así como los derechos de los pueblos indígenas originarios, incluido el derecho a la libre determinación y al territorio.
 
Ante este dramático panorama, la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático después de realizar un profundo análisis participativo.
 
Declara:
 
Cumbre de Rio+20 y economía verde
 
1)    Rechazamos la mercantilización de la Madre Tierra y las funciones de la naturaleza a través de la Economía Verde y la especulación basada en nuevos productos financieros ficticios a través de los “servicios ambientales” y el “capital natural”.
 
2)    Rechazamos la intención de salvar al sistema capitalista a través de la imposición de la economía verde.
 
3)    Denunciamos que la economía verde sique apostando por la falsa idea de un crecimiento económico sin límites. No es posible un crecimiento infinito en un mundo que tiene límites.
 
4)    Rechazamos la imposición de la Economía Verde y los ajustes estructurales que implican su aplicación, Así como su implementación parcial, ya que vulneraria de igual manera el equilibrio natural.
 
5)    Denunciamos que la economía verde exacerbará los impactos al medio ambiente y los derechos de los pueblos producidos por el modelo extractivista de la minería, los hidrocarburos y el modelo agro-exportador .
 
6)    Denunciamos las falsas soluciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como son la energía nuclear, la captura y almacenamiento artificial de carbono, los transgénicos y los biocombustibles.
 
La Economía Verde en Bolivia.
 
La Economía Verde en Bolivia se constituirá en un retroceso de las conquistas de las luchas del pueblo Boliviano expresadas en la Constitución Política del Estado afectando los principios y derechos como el derecho fundamentalísimo al agua, el derecho al medio ambiente, la soberanía, la autodeterminación, la no privatización, la economía plural y el principio del Vivir Bien en armonía con la naturaleza, promoviendo nuevas formas de apropiación privada de ésta y fomentando el neo imperialismo y el colonialismo financiero en la que unos cuantos ricos y sus intermediarios son los únicos beneficiados.
 
Por lo tanto:
 
a)    Exigimos al gobierno de Bolivia defienda activamente los intereses del pueblo boliviano, utilizando todos los recursos para evitar que se apruebe el actual texto de negociación en Naciones Unidas.
 
b)    Exigimos al gobierno de Bolivia no se haga cómplice de esta nueva estrategia del capitalismo, no firmando el acuerdo de Rio+20 y cumpla con la Ley No.071 de Derechos de la Madre Tierra y la Constitución Política del Estado con sus artículos 255 y 259 sobre referéndum nacional para la discusión de la firma de un tratado internacional de ésta envergadura.
 
c)    Exigimos al gobierno Boliviano defender, en las negociaciones de Rio+20, los derechos de la Madre Tierra y los derechos de los pueblos indígenas expresados en las resoluciones de la Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático (Tiquipaya, 2010).
 
d)    Exigimos a los países del ALBA y en especial al gobierno Boliviano cumplir con la realización de los postulados del vivir bien, no solo como un discurso, sino con políticas reales para una transición paulatina que supere al capitalismo en todas sus formas.
 
 
Alternativas a la Economía Verde.
 
El Vivir Bien y los Derechos de la Madre Tierra naturaleza son una alternativa al modelo de desarrollo capitalista depredador de la madre tierra y explotador de los hombres. El vivir bien propone una vida en armonía con la madre tierra; la complementariedad y solidaridad con los hombres fuera de la lógica del mercado. No será posible encontrar una solución a la actual crisis que es basada en una visión económica para decidir quiénes son dueños de la naturaleza. No somos dueños somos parte de la Madre Tierra.
 
 
1)    Se debe generar una nueva alternativa global a la economía verde para restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.
 
2)    Es necesario cambiar el modelo económico, llevando a una redistribución equitativa de la riqueza, orientando los modos productivos a cubrir las necesidades de las mujeres y los hombres, respetando y cuidando a la Madre Tierra y no fomentando la acumulación de riqueza.
 
3)    Las propuestas de otro desarrollo deben recuperar y respetar las cosmovisiones de los pueblos indígenas, como el derecho a su territorio colectivo, sus conocimientos ancestrales y la gestión de su economía de forma integral.
 
4)    Exigimos el respeto a los ciclos vitales de la naturaleza. El Vivir Bien en armonía y espiritualidad con la Madre Tierra implica la reparación y resarcimiento pleno de los daños causados por las actividades de la codicia humana y la falsa idea de desarrollo.
 
5)    Así mismo, exigimos el cese de todos aquellos proyectos destructivos de la Madre Tierra. Entre los proyectos que se deben parar se encuentran: la carretera del TIPNIS, los megaproyectos de minería a cielo abierto, la explotación hidrocarburífera en zonas ecológicamente sensibles, las megarepresas, entre otros.
 
6)    Es necesario construir una alternativa para la gestión y manejo integral de los bosques, agua, tierra, entre otros seres y dones de la naturaleza, que supere la concepción de “servicios ambientales” y de “capital natural”, como alternativa viable a la economía verde, através de mecanismos financieros reales como el impuesto a las transacciones financieras.
 
7)    Un nuevo acuerdo mundial sobre desarrollo y medio ambiente, debe respetar