Desde que fueron liberados por primera vez en 2004, el uso de los cultivos biofortificados ha estado aumentando en muchos países en desarrollo. La biofortificación es el proceso de aumentar el contenido de unos pocos nutrientes en los cultivos mediante el fitomejoramiento, ya sea usando técnicas convencionales o de biotecnología. Desde Perú a Tanzania e Indonesia, los gobiernos están aceptando estos cultivos con los brazos abiertos. Las agencias nacionales de investigación agrícola han hecho de la biofortificación una prioridad y los donantes entregan una gran cantidad de dinero para este fin. El argumento de que esto es una fórmula de bajo costo para abordar la malnutrición parece haber convencido a los gobiernos. Pero ¿enfrenta esto realmente los problemas de salud? ¿Quién está detrás de esto y con qué objetivos? ¿Podría esto empeorar las cosas?

 

GRAIN realizó una revisión del estado actual de la biofortificación en Asia, África y América Latina y de las críticas que surgen desde la perspectiva feminista y de los movimientos por la soberanía alimentaria. Lo que encontramos fue una preocupante presión a favor de un enfoque autoritario y contrario a la diversidad de la alimentación y la salud que puede, finalmente, debilitar la capacidad de los pueblos para fortalecer sus sistemas alimentarios locales.

Algunos puntos claves:

 

• Al hacer énfasis en la dependencia en algunos pocos cultivos comerciales, la biofortificación en realidad promueve una dieta pobre con una baja diversidad nutricional.

 

• Los proyectos de biofortificación utilizan a las mujeres, colocándolas como el objetivo de sus programas de sus programas de formación, de campañas de marketing y de estudios y ensayos sobre alimentación.

 

• Si bien la primera oleada de cultivos biofortificados fue producida mediante fito mejoramiento convencional, la siguiente oleada usará la modificación genética.

 

• Con el fin de promover dietas saludables y diversificadas, debemos promover la agricultura basada en la biodiversidad. La agroecología conducida por campesinas y campesinos y que empodera a las mujeres, es el enfoque más sustentable para producir alimentos diversos, nutritivos y culturalmente apropiados, a la vez que mejora la salud.

 

Esperamos que las organizaciones de mujeres miren con mayor atención este asunto de la biofortificación. Invitamos a todos nuestros aliados a considerar un boicot global a los cultivos biofortificados.

 

Descarga el informe completo en: https://grain.org/e/6245

 

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• Cultivos biofortificados o #biodiversidad. La lucha por soluciones genuinas ante la #malnutrición está en marcha. Nuevo informe de @GRAIN_org explica qué ocurre y hace un llamado a la acción: https://grain.org/e/6245
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La mejor forma de combatir la #malnutrición es a través de los alimentos #biodiversos y sistemas agrícolas que empoderen a la #mujer y que tengan raíces en las culturas locales. Nuevo informe de @GRAIN_org: https://grain.org/e/6245