Vía Campesina reafirma campaña por soberanía alimentaria

2006-01-29 00:00:00

Los representantes de la Vía Campesina que participan del VI Foro
Social
Mundial, en Caracas, Venezuela, reafirman la campaña mundial en
defensa
de la
soberanía alimentaria llamada "Semillas: Patrimonio de los pueblos a
servicio de
la humanidad". La campaña fue lanzada en el 2002, en Roma, Italia,
durante
la
realización de la Conferencia Mundial de la FAO (Organización de las
Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación) por la Vía Campesina
Internacional.

El objetivo de la campaña es garantizar el derecho de todos los
campesinos a
que produzan sus propias semillas y preservar su cultura. Es lo que
afirma
Fausto Torres, de la Asociación de Trabajadores del Campo (Nicaragua).
"La
campaña es una forma de recuperar las semillas criollas y garantizar
la
soberanía alimentaria que está en riesgo debido a producción de las
semillas
transgènicas. Esa es una forma de luchar por la preservación de la
agricultura
campesina y de la biodiversidad. También es una forma de evitar la
dominación
y la explotación económica de las grandes empresas responsables por
los
transgènicos".

De acuerdo con Juana Ferrer, de la Conamuca (República Dominicana),
cada una de
las organizaciones miembros de la Vía de la Campesina realizan diversas
acciones
para desarrollar la campaña. "Esperamos que después del FSM la acción
se
fortalezca. Esa campaña aborda ejes temàticos como derechos humanos,
reforma
agraria, la lucha contra el libre comercío y el neoliberalismo. No
podemos
permitir que nuestras semillas sean propiedad de las grandes empresas
internacionales. Tenemos que resistir y fortalecer las alianzas contra
las
transnacionales y las políticas del neoliberalismo", concluye la
dirigente.

La representante de la Anamuri (Chile), Francisca Rodrigues,
destaca
la
presencia de la mujer en las luchas por la seguridad alimentar. "Las
mujeres
ocupan un papel importante en la preservación de las semillas criollas
y
durantes siglos somos sus principales guardias. Para Francisca, la
desaparición de esas semillas representa terminar con la soberanía de
los
pueblos. "Un pueblo que no produce su propio alimento no es soberano.
Las
semillas son patrimonio de la humanidad y por eso no pueden ser
privatizadas,
pues la alimentación del mundo depende de ellas".

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Suzane Durães
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