La comunicación en el Foro Social de las Américas

2004-07-02 00:00:00

Uno de los temas que se debatirá en el Foro Social de las
Américas (FSA), que se llevará a cabo en Quito del 25 al 30
de julio, es el de los "derechos a la comunicación en las
Américas".

Si el Foro Social Mundial (FSM) plantea, en respuesta a la
crisis civilizatoria que vivimos, que "Otro mundo es
posible", ¿qué papel le corresponde jugar a la comunicación
para lograr esta aspiración? El debate promete ser muy
rico pues los temas relacionados con la comunicación son
muy amplios e interesantes, abarcando, desde los nuevos
escenarios comunicacionales (fusiones, transnacionalización
y concentración de los medios, "sociedad de la
información", tratados de libre comercio) hasta los
derechos a la comunicación, la apropiación social de las
tecnologías de la información y la comunicación, las
políticas públicas, las veedurías ciudadanas para la
democratización de los medios.

Precisamente para ir calentando el ambiente, un primer
debate sobre la comunicación se realizó en la noche del 30
de junio en la Universidad Politécnica Salesiana de Quito
con la participación de Luis Herrera, representante de la
Escuela de Antropología de la Universidad Politécnica
Salesiana; Sally Burch, directora ejecutiva de ALAI, y
Pedro Sánchez, secretario ejecutivo de la Organización
Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
(OCLACC).

Hacia el contrapoder

Como buen antropólogo, Luis Herrera analiza la comunicación
desde el ámbito de la cultura, y para explicitar sus puntos
de vista, utiliza la figura de un triángulo, en cuyos
vértices están: la comunicación, el medio y "el otro".
Citando a Humberto Eco, dice que toda cultura es producto
de la comunicación, es un proceso de intercambio de
mensajes, o sea, no hay sociedad o cultura posibles sin el
intercambio de mensajes. Pero elevado al escenario social,
este concepto de comunicación hay que relativizarlo, ya
que, de una u otra forma, este intercambio ya no se da,
pues siempre un sector que ha detentado poder, ha impuesto
los mensajes, y esto no es solo en el nivel macro sino en
los escenarios locales.

Al medio, agrega, lo podemos definir como un escenario de
producción de mensajes, sin embargo, los medios que
conocemos (radio, TV, prensa, Internet) son medios más de
información que de comunicación, porque en ellos no hay el
intercambio entre emisores y receptores. Pero, además, los
medios son un producto social: no son solo productores de
información sino que reproducen sociedades y culturas que
históricamente se han construido.

Por último, afirma que, desde hace muchos años, se ha
venido trabajando la necesidad de construir procesos que se
contrapongan a la estructura del poder y a la dominación.
Hoy día, "el otro", es el que atenta contra esa estructura,
que no proviene desde afuera de la sociedad , sino que
puede estar trabajando desde adentro por una propuesta
contrahegemónica. Desde esa perspectiva, "el otro" se
vuelve contrapoder. "En un escenario cultural múltiple, en
un entramado de muchos colores, no se puede decir "otro
medio es posible", sino "otros medios son posibles", porque
no hay un solo "otro" sino muchos "otros" distintos.

Nuevos temas para discutir

Sally Burch comienza criticando la visión tecnologista que
acompaña al discurso de la "sociedad de la información",
que es definida como una nueva fase de desarrollo. La
información es presentada como el eje central de la
economía, pero también como una promesa de progreso para
los países y poblaciones que padecen el subdesarrollo. De
esta manera, se dice, si nos conectamos a Internet
tendremos un atajo para acceder a los conocimientos y a la
educación, aspectos deficientes en nuestros países, que nos
están dejando fuera del desarrollo. Pero este discurso,
nada nuevo, hace caso omiso de las dinámicas y de los
intereses sociales en pugna que determinan cómo y en
función de qué se desarrolla la tecnología.

Burch señala, sin embargo, que la digitalización de las
comunicaciones ha introducido cambios profundos y
acelerados en todo el campo de las comunicaciones, con
amplia implicaciones en el quehacer social. Por un lado,
hay una tendencia creciente a la concentración en pocas
manos de los grandes medios con la consecuente pérdida de
diversidad y pluralidad mediática. Por otro, los cambios
tecnológicos implican un potencial muy grande de monitoreo,
vigilancia e invasión de la privacidad de la ciudadanía.
Últimamente, con la llamada "guerra contra el terrorismo",
se ven amenazados los derechos civiles reconocidos por los
convenios internacionales.

¿Cuáles, son entonces, las implicaciones de estos cambios
para la democracia y el desarrollo, particularmente en los
países del Sur? ¿Bastan los derechos consagrados para
garantizar el ejercicio de la democracia y para proteger a
la ciudadanía de posibles nuevos abusos de poder? ¿Esta
realidad emergente nos obliga a pensar en nuevos derechos
humanos, nuevas garantías democráticas, otro tipo de
políticas y mecanismos para garantizar la libertad de
opinión y expresión, y la vigencia de una esfera pública
vigorosa? Sally propone que estas interrogantes sean
debatidas en el FSA.

Derecho fundamental

El director ejecutivo de OCLACC, Pedro Sánchez, también
critica las afirmaciones de que ya vivimos en la denominada
"sociedad de la información". "¿Será eso verdad cuando el
95 de la población latinoamericana aún ni tiene acceso a
Internet? Y no hablemos de acceso solo como usuarios o
consumidores sino como productores. Algunos usamos
Internet, pero ¿la usamos para producir contenidos? Casi el
90% de lo que circula en Internet está en idioma inglés,
algo tiene que cambiar entonces en los medios de
información", enfatiza.

Sánchez reivindica el derecho a la comunicación: "Cuando el
ser humano inventa y crea el lenguaje, como posibilidad de
intercambio de saberes, de conocimientos y de culturas, el
salto de la humanidad fue impresionante, pero cuando ese
lenguaje comenzó a ser codificado y se inventó la
escritura, poca gente tuvo acceso a la formación y la
educación. Entonces vino una permanente lucha por
conquistar los derechos a la comunicación, a la educación y
a la información. De igual manera, ahora la lucha por
medios de comunicación democráticos, por acceso a las
nuevas tecnologías, se ha establecido como un derecho
fundamental de los seres humanos".

"En el FSM ya se comenzó a plantear estos temas, para el
FSA, las asociaciones de comunicación latinoamericanas
hemos planteado el debate sobre las estrategias, los
caminos, las urgencias, para hacer posible este derecho a
la comunicación en nuestros pueblos, en nuestras culturas",
agrega Sánchez.

Diversas asociaciones, organizaciones y redes
latinoamericanas se ha involucrado en la preparación de los
paneles sobre comunicación que se desarrollarán el 26 y 27
de julio en el marco del FSA. Entre ellas cabe mencionar a:
AMARC, ALER, APC, ALAI; OCLACC, WACC-AL, Rápido 2 y ADITAL.

La presencia de expositores como Armando Mattelart, Rosa
María Alfaro (Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social,
Perú), Paulo Lima (APC-Brasil), María Pía Matta (AMARC –
ALC, Chile) Néstor Busso (ALER, Argentina) , Sally Burch
(ALAI, Ecuador), Sacha Constanza (CRIS, Estados Unidos),
Dennis Smith (WACC, Guatemala) y Xavier Albo (Bolivia), es
una garantía de que el debate será de alto contenido, al
igual que los resultados.

* Más información del Encuentro por los Derechos de la Comunicación en las Américas en http://movimientos.org/foro_comunicacion/encuentrocom_fsa/