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Llamado a la accion!
¡Frenemos la agenda de la Organización Mundial de Comercio y de los Tratados de Libre Comercio e inversiones!
¡Construyamos relaciones comerciales al servicio de los pueblos y el medioambiente!
En 2017, ¡hagamos un nuevo Seattle en Buenos Aires!
En los últimos años, la liberalización comercial a nivel mundial ha aumentado sin pausa. Hemos visto la proliferación de Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales o regionales, especialmente tras el declive de la multilateralidad de la OMC. Los efectos sobre los pueblos son notorios: las economías volcadas a la exportación han generado la ruptura de las cadenas de producción y consumo locales, generando desempleo y pobreza, y lanzando a millones al hambre y la desesperanza. Los efectos medioambientales de estas políticas también han sido desastrosos, profundizándose la expoliación de los territorios de acuerdo a las necesidades empresarias.
Estos efectos han dejado al descubierto que los TLC no son meros tratados sobre comercio de bienes, y el objetivo no es el acceso a mercados en sí mismo. Hoy, los grandes TLC megaregionales empujados tanto por EEUU como la UE y China (TPP, TTIP, CETA, TISA y RCEP) implican un avance en los derechos y privilegios de las grandes corporaciones transnacionales, pretendiendo la apertura y privatización en todos los sectores económicos que aún se encuentran regulados. Avanzan también en la protección de los inversores y del capital extranjero, garantizando su capacidad para demandar a los Estados ante tribunales de arbitraje internacional por cualquier política que consideren que afecta sus ganancias esperadas. Lo que esto nos muestra es que el “libre comercio” no es más que una máscara que oculta los intereses de las corporaciones, que pretenden garantizarse mayores ganancias a costa de los derechos sociales, laborales y medioambientales de nuestros pueblos.
El cuestionamiento del sistema de libre comercio se ha multiplicado en las últimas décadas y va en aumento. Un hito en el proceso de descrédito ha sido la movilización masiva de las organizaciones sociales que en 1999 pusieron en evidencia los impactos negativos del proyecto de liberalización comercial en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la ciudad de Seattle, EEUU. Pero este descrédito no solamente se produce desde el campo social. Actualmente, muchos gobiernos también cuestionan que la liberalización comercial traiga el bienestar a sus pueblos. Hoy está en claro que la agenda aperturista no posee el mismo apoyo entre los sectores dominantes y actores políticos que poseía en los años noventa.
Cómo afecta esta nueva Ministerial a América Latina
Desde el fracaso del ALCA en 2005, varios países de América Latina avanzaron en propuestas alternativas al libre comercio en la región, elaborando proyectos novedosos de integración regional que ponen en el centro la construcción del buen vivir en nuestro continente. Proyectos como el ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos) y de una Nueva Arquitectura Financiera Regional sostenían la construcción de relaciones de complementariedad y solidaridad entre nuestros pueblos, oponiéndose a la competencia absoluta bajo los marcos del libre comercio. El avance de la derecha ha desmantelado muchos de los objetivos alternativos propuestos. De hecho, los países que se volcaron a firmar TLC de forma masiva como México, Chile, Perú y Colombia (que se conformaron en la Alianza del Pacífico para contrarrestar a los bloques anti hegemónicos) son puestos de ejemplo de lo que debe hacerse: atraer inversiones extranjeras mediante el otorgamiento de seguridad jurídica a los capitales, a cualquier precio, y volcar sus economías a los mercados de exportación.
En ese contexto se realizará una nueva Reunión Ministerial de la OMC en Buenos Aires, Argentina, entre el 11 y 14 de diciembre de 2017. Se trata de la primera reunión de este organismo que se realice en Sudamérica, y esto no es casual. El avance de las derechas en el continente implica frenar cualquier plan de integración alternativo, y en cambio volver a instalar la idea de que el libre comercio es el único camino posible para nuestros pueblos.
Veinte años de TLC en la región nos muestran los efectos nefastos de la desregulación y del avance de los derechos corporativos sobre nuestros pueblos y el medio ambiente. La liberalización nos ha quitado la capacidad de decidir sobre los servicios públicos como el agua o la energía, ha generado la privatización de la educación y la salud, convirtiendo la economía en un asunto de técnicos y burócratas y al servicio del gran capital. Frente a esto, es hora de poner en marcha las alternativas económicas y políticas que regulen el poder corporativo, den primacía a los derechos humanos y garanticen la armonía con el medio ambiente. Por eso rechazamos la agenda de “libre” comercio y protección de inversiones en todas sus formas, sea mediante acuerdos bilaterales o por medio del ámbito multilateral como la OMC.
Ante esta nueva ofensiva de la agenda de libre comercio e inversiones, es necesario re articular las agendas y campañas de las organizaciones sociales en la región y a nivel global. Es necesario volver a juntar luchas y movilizarnos contra el “libre” comercio y la protección de inversiones. Es por esto, que desde la Asamblea Argentina mejor sin TLC y todas sus organizaciones aliadas, realizamos un llamamiento a las organizaciones sociales, políticas, laborales, ambientalistas, de mujeres y de jóvenes, en definitiva, a todos los pueblos del mundo, a movilizarse hacia Buenos Aires entre los días 11 y 14 de diciembre de 2017. Es necesario que las organizaciones de todo el globo analicemos la situación actual de avance de la liberalización y volvamos a pensar y discutir alternativas al capitalismo expoliador de nuestros pueblos y del medioambiente. Juntos, podemos derrotar el neoliberalismo y construir ese otro mundo posible.
¡La lucha es global!
¡Abajo el libre comercio en todas sus formas!
Asamblea Argentina mejor sin TLC
Enviar adhesiones a: argentinamejorsintlc@gmail.com
Chamado à ação!
Freemos a agenda da Organização Mundial do Comércio e dos Tratados de Livre Comércio e Investimentos!
Vamos construir relações comerciais a serviço dos povos e do meio ambiente!
Em 2017, vamos fazer uma nova Seattle em Buenos Aires!
Nos últimos anos, a liberalização do comércio em todo o mundo tem aumentado de forma constante. Temos visto a proliferação de Tratados de Livre Comércio (TLC) bilaterais ou regionais, especialmente após o declínio multilateral da OMC. Os efeitos sobre os povos são notórios: as economias de exportação geraram a quebra das cadeias de produção e consumo local, gerando desemprego e pobreza e jogando milhões para a fome e o desespero. Os efeitos ambientais dessas políticas também têm sido desastrosos, aprofundando a expropriação de territórios de acordo com as necessidades empresariais.
Esses efeitos têm revelado que os TLCs não são apenas tratados sobre o comércio de mercadorias, o objetivo não é em si o acesso a mercados. Hoje, os grandes TLCs mega-regionais impulsionados tanto pelos EUA como pela UE e a China (TPP, TTIP, CETA, TISA e RCEP) implicam um avanço dos direitos e privilégios de grandes corporações transnacionais, reivindicando a abertura e privatização em todos os sectores econômicos que ainda são regulados. Têm também avançado na proteção dos investidores e do capital estrangeiro, garantindo sua capacidade de processar estados perante os tribunais arbitrais internacionais por qualquer política que considerem que afeta seus ganhos esperados. O que isso nos mostra é que o "livre comércio" não é nada mais do que uma máscara que esconde os interesses das corporações, que buscam garantir para si maiores lucros em detrimento dos direitos sociais, trabalhistas e ambientais dos nossos povos.
O questionamento do sistema de livre comércio tem se multiplicado nas últimas décadas e é crescente. Um marco no processo de descrédito tem sido a mobilização maciça de organizações sociais que em 1999 puseram em evidência os impactos negativos da liberalização do comércio proposto no âmbito da Organização Mundial do Comércio (OMC), na cidade de Seattle, nos EUA. Mas esse descrédito não se produz somente a partir do campo social. Muitos governos também questionam que a liberalização comercial traga bem-estar para seu povo. Hoje está claro que a agenda de abertura não tem o mesmo apoio entre os setores dominantes e atores políticos que tinha nos anos noventa.
Como essa nova rodada Ministerial afeta a América Latina?
Desde o fracasso da ALCA (Área de Livre Comércio das Américas) em 2005, vários países da América Latina avançaram em propostas alternativas ao livre comércio na região, desenvolvendo projetos de integração regional inovadores que colocam no centro a construção do Bem Viver no nosso continente. Projetos como a ALBA-TCP (Aliança Bolivariana para os Povos de Nossa América - Tratado de Comércio dos Povos) e uma Nova Arquitetura Financeira Regional apoiaram a construção de relações de complementaridade e solidariedade entre nossos povos, opondo-se a competição absoluta sob os marcos do livre comércio. O avanço da direita desmantelou muitos dos objetivos alternativos propostos. De fato, os países que assinaram TLCs de forma massiva, como México, Chile, Peru e Colômbia (conformados na Aliança do Pacífico para combater os blocos contra-hegemônicos) são agora postos de exemplo do que se deve fazer: atrair investimento estrangeiros mediante a outorga de segurança jurídica ao capital, a qualquer preço, e orientar suas economias aos mercados de exportação.
Neste contexto se realizará uma nova reunião ministerial da OMC, em Buenos Aires, na Argentina, entre 11 e 14 de Dezembro de 2017. Se trata da primeira reunião deste organismo na América do Sul, e isso não é coincidência. O avanço das direitas no continente envolve travar qualquer plano de integração alternativa, e em vez reinstalar a idéia de que o livre comércio é o único caminho possível para os nossos povos.
Vinte anos de TLCs na região nos mostram os efeitos nefastos da desregulamentação e dos avanço dos direitos corporativos sobre os nossos povos e o meio ambiente. A liberalização nos tirou a capacidade de decidir sobre os serviços públicos, como água e energia, levou à privatização da educação e da saúde, transformando a economia em um assunto de técnicos e burocratas ao serviço do grande capital. Contra isso, é hora de implementar alternativas econômicas e políticas que regulam o poder corporativo, dêem primazia aos direitos humanos e garantam a harmonia com o meio ambiente. Por isso, rejeitamos a agenda de "livre" comércio e proteção de investimentos em todas as suas formas, seja através de acordos bilaterais ou no âmbito multilateral da OMC.
Perante essa nova ofensiva da agenda de livre comércio e investimentos, é necessário rearticular a agendas e campanhas das organizações sociais na região e a nível global. É necessário voltar a reunir as lutas e mobilizar contra o "livre" comércio e a proteção de investimentos. É por isso que, a partir da Assembléia Argentina melhor sem TLC e todas as suas organizações aliadas, fazemos um chamado às organizações sociais, políticas, de trabalhadorxs, ambientalistas, de mulheres e jovens e, definitivamente, a todos os povos do mundo, a mobilizar-se rumo a Buenos Aires entre 11 e 14 de Dezembro de 2017. É necessário que as organizações ao redor de todo globo analisemos a situação atual do avanço da liberalização e voltemos a pensar e discutir alternativas ao capitalismo espoliador dos nossos povos e do meio ambiente. Juntos, podemos derrotar o neoliberalismo e construir esse outro mundo possível.
A luta é global!
Abaixo o livre comércio em todas as suas formas!
Assembléia Argentina melhor sem NAFTA
Enviar adesões para: argentinamejorsintlc@gmail.com
CALL TO ACTION!
Let’s put a stop to the WTO’s agenda and to Free Trade Agreements and investment provisions!
Let’s build commercial relations that serve peoples’ interests and protect the environment!
In 2017, let’s bring the ‘battle in Seattle’ to Buenos Aires!
In recent years, commercial liberalization on a global scale has been growing non-stop. We have seen the proliferation of bilateral or regional Free Trade Agreements (FTAs), particularly following the relative decline in multilateralism as exemplified by the World Trade Organization (WTO). The impacts on the global population are notorious: economies focused on exporting have caused a rupture at a local level in the chains of production and consumption, generating unemployment and poverty, and condemning millions to hunger and desperation. The environmental impact of these policies have also been disastrous, despoiling territories as corporate requirements demand.
This legacy makes clear that the FTAs are not a mere exchange of goods treaties, nor is the objective the access to markets per se. Today, the major mega-regional FTAs promoted by the USA as well as the EU and China (TPP, TTIP, CETA, TISA, and RCEP) point to greater rights and privileges for large transnational corporations with the objective of opening up and privatizing all those economic sectors still being regulated. Also growing is the protection proffered to foreign investors, guaranteeing their ability to sue States in international arbitration tribunals for whatever policies that they consider may affect their expected profits. What this demonstrates is that ‘free trade’ is nothing more than a facade behind which corporate interests hide, in their continual push for greater profits at the cost of the social, labour, and environmental rights of our peoples.
Public questioning of the free trade system has multiplied in recent decades and is continuing to grow. A milestone in this growing disrepute was the massive mobilization of the social organizations that in 1999 were able to demonstrate the negative impacts of the commercial liberalization process under the umbrella of the WTO, in the city of Seattle, USA. But this disrepute is not only evidenced from a social sector vantage point. Currently, many governments also question whether commercial liberalization in fact delivers well-being to their populations. Today it is clear that the corporate friendly ‘opening up to privatization’ agenda does not have the same level of support among the dominant sectors and politicians that it once had in the nineties.
How will this new Ministerial affect Latin America?
Following the failure of the FTAA in 2005, several Latin American countries put forward alternative proposals to free trade in the region by elaborating new types of projects in a move towards regional integration in our continent built around the concept of live well (buen vivir). Projects such as the ALBA-TCP (the Bolivarian Alliance for the Peoples of Our America - Peoples Trade Treaty) and also the New Regional Financial Architecture fomented the building of relations based on complementarity and solidarity among our peoples, in opposition to all-out competition as is the case under the strictures of free trade. However, the recent advance of the right wing agenda has begun a dismantling of these alternative objectives. In fact, the countries that massively signed on to FTAs such as Mexico, Chile, Peru and Colombia (that grouped together under the Alliance of the Pacific to counter the anti-hegemonic blocs of nations) are held up as the examples of what should be done: attract foreign investment while providing legal safety for their capital, at whatever cost, and turn their economies over to the vicissitudes of the export markets.
It is in this context that the next WTO Ministerial Meeting is to be held in Buenos Aires, Argentina, between the 11th and 14th of December, 2017. It will be the first time that this organism holds its meeting in South America, and this is not by chance. The advance of the right-wing forces in the continent is predicated on stopping any alternative integration plans, and instead seeks to reinstall the idea that free trade is the only possible option for our populations.
Twenty years of FTAs in the region have demonstrated the deadly effects of deregulation and the privileging of corporate rights over those of our peoples and the environment. Liberalization has taken away our ability to decide on public services such as water or energy, and it has led to the privatization of education and health, converting the economy into a subject handled by technicians and bureaucrats in the service of big capital. Facing this reality, it is time to put into practice economic and political alternatives that will serve to regulate corporate power, give priority to human rights and guarantee being in harmony with the environment. For these reasons we reject the agenda of ‘free’ trade and the cover being provided for investments in all their forms, be they via bilateral agreements or by means of a multilateral ambit such as the WTO.
Faced with this new free trade and investment offensive, it is critical to re-articulate the agendas and campaigns of the social movements in the region and at a global level. It is necessary to once again link up our struggles and to mobilize against ‘free’ trade and investment protection. For this reason the Argentina Better Without an FTA - Assembly and all its allied organizations are issuing a call-out to social, political, labour, environmental, women and youth organizations, which is also open to all the peoples of the world, to mobilize and travel to Buenos Aires for the 11th to the 14th of December, 2017. It is critical for organizations from all parts of the globe to analyze the current situation of advancing liberalization and to once again think about and discuss alternatives to rapacious capitalism despoiling our peoples and the environment. Together, we can defeat noeliberalism and build that other world that we know is possible.
The struggle is global!
Down with free trade in all of its forms!
The ‘Argentina Better Without an FTA’ - Assembly
Communicate your intentions to: argentinamejorsintlc@gmail.com
APPEL A L’ACTION!
Freinons l’agenda de l’Organisation mondiale du commerce et des Accords de libre échange et d’investissement!
Construisons des relations commerciales au service des peuples et de l’environnement!
En 2017, pour un nouveau Seattle à Buenos Aires!
Dans les dernières années, la libéralisation commerciale au niveau mondial n’a cessé de s’étendre. Il y a eu une prolifération d’Accords de libre échange (ALE) bilatéraux ou régionaux, et tout particulièrement depuis que la multi latéralité de l’OMC a commencé à décliner. Leurs effets sur les peuples sont manifestes : l’orientation des économies vers l’exportation a entraîné la rupture des chaînes de production et de consommation locales, et à la suite, le chômage, la pauvreté et la faim, poussant des millions de personnes au désespoir. Les impacts environnementaux de ces politiques sont également désastreux et engendrent une dépossession des territoires en fonction des besoins des entreprises.
Ces effets ont mis en évidence le fait que les ALE ne sont pas de simples accords commerciaux d’échange de biens et que leur objectif n’est pas le simple accès aux marchés. Aujourd’hui les mega ALE interrégionaux impulsés par les Etats Unis, l’Europe ou la Chine (TPP, TTIP, CETA, TISA y RCEP) supposent une avancée des droits et des privilèges des grandes entreprises multinationales et visent à ouvrir et privatiser tous les secteurs économiques encore régulés. Ils avancent aussi dans la protection des investissements et du capital étranger, garantissant leur capacité à poursuivre les Etats devant des tribunaux d’arbitrage internationaux pour toute politique considérées comme affectant les bénéfices attendus. Ce qui montre que le “libre commerce” n’est qu’un masque derrière lequel se cachent les intérêts des entreprises qui cherchent à se garantir de plus grands bénéfices au détriment des droits sociaux, environnementaux et du travail des peuples.
Dans les dernières décennies, le système de libre échange a été de plus en plus critiqué. Un des moments clés en a été la mobilisation massive des organisations sociales en 1999 qui ont jeté le discrédit sur le libre échange et mis en évidence les impacts négatifs du projet de libéralisation commerciale dans le cadre de l’Organisation mondiale du commerce (OMC), lors du Sommet de Seattle aux Etats-Unis. Ce discrédit de surcroît ne vient pas que du secteur social. Actuellement, de nombreux gouvernements remettent aussi en cause le fait que la libéralisation commerciale puisse améliorer le bien-être social des populations. Il est clair aujourd’hui que l’agenda d’ouverture ne jouit pas du même soutien parmi les secteurs dominants et les acteurs politiques que dans les années 90.
En quoi ce sommet ministériel va-t-il affecter l’Amérique latine?
Depuis l’échec de l’ALCA en 2005, plusieurs pays d’Amérique latine ont proposé des alternatives au libre échange dans la région, élaboré des projets novateurs d’intégration régionale qui mettent au centre la construction du bien vivre dans notre continent. Des projets comme l’ALBA-TCP (Alliance Bolivarienne pour les Peuples de Notre Amérique-Traité de Commerce des Peuples) et d’une Nouvelle architecture financière régionale visaient à la construction de relations complémentaires et solidaires entre nos peuples, en opposition avec la concurrence absolue promue par le libre échange. L’avancée de la droite a démantelé plusieurs des objectifs alternatifs proposés. De fait les pays qui ont signé massivement des Accords de libre échange comme le Mexique, le Chili, le Pérou et la Colombie (qui ont constitué l’Alliance du Pacifique pour contrecarrer les blocs anti-hégémoniques) sont cités en exemple de ce qu’il convient de faire : attirer les investissements étrangers en offrant une sécurité juridique aux capitaux, quel qu’en soit le prix, et orienter leurs économies vers l’exportation.
C’est dans ce contexte que va se tenir une nouvelle Réunion ministérielle de l’OMC à Buenos Aires, Argentine, entre le 11 et le 14 décembre 2017. Il s’agit de la première réunion que cet organisme tiendra en Amérique du Sud et ce n’est pas un hasard. La progression des droites dans le continent met à l’ordre du jour l’arrêt de tout plan d’intégration alternatif et la réinstallation de l’idée que le libre échange est la seule voie possible pour nos peuples.
Vingt ans d’accords de libre échange dans la région ont montré les effets néfastes de la dérégulation et de l’avancée des droits des entreprises sur ceux de nos peuples et de notre environnement. La libéralisation nous a ôté la capacité de décider de nos services publics, tels que l’eau ou l’énergie, a entraîné la privatisation de l’éducation et de la santé, a transformé l’économie en une affaire de techniciens et de bureaucrates au service du grand capital. Face à cela, il est grand temps de mettre en marche les alternatives économiques et politiques à même de réguler le pouvoir des entreprises, de donner la primauté aux droits humains et garantir l’harmonie avec l’environnement. C’est pourquoi nous rejetons l’agenda du “libre” échange et de protection des investissements sous toutes ses formes, que ce soit par des accords bilatéraux ou dans un cadre multilatéral comme celui de l’OMC.
Face à cette nouvelle offensive du libre échange et des investissements, il est nécessaire de coordonner les actions et les campagnes des organisations sociales de la région et du monde. Il est nécessaire de réunifier les luttes et les mobilisations contre le “libre” échange et la protection des investissements. C’est pourquoi l’Assemblée “Argentina mejor sin TLC” et toutes les organisations alliées, nous lançons un appel aux organisations sociales, politiques, syndicales, environnementales, de femmes et de jeunes, à tous les peuples du monde en définitive, à se mobiliser à l’occasion du sommet de Buenos Aires entre le 11 et le 14 décembre 2017. Il est nécessaire que les organisations du monde entier analysent la situation actuelle de progression de la libéralisation et que nous repensions et rediscutions les alternatives au capitalisme spoliateur de nos peuples et de l’environnement. Ensemble nous pouvons vaincre le néolibéralisme et construire cet autre monde possible.
La lutte est globale !
A bas le libre échange sous toutes ses formes!
Asamblea Argentina mejor sin TLC
Envoyer des adhesions à: argentinamejorsintlc@gmail.com
AUFRUF ZUR AKTION!
Stoppen wir die Agenda der Welthandelsorganisation und der Freihandels- und Investitionsabkommen!
Bauen wir Handelsbeziehungen, die den Menschen und der Umwelt dienen!
2017 wiederholen wir den Erfolg von Seattle in Buenos Aires!
In den letzten Jahren hat die Liberalisierung des Welthandels neue Höhen erreicht. Nach dem Einbrechen der multilateralen Verhandlungen innerhalb der Welthandelsorganisation (WHO), hat die Verbreitung von bilateralen und regionalen Freihandelsabkommen (FHA) massiv zugenommen, mit verheerenden Folgen für die Bevölkerung. Lokale Produktions- und Konsumketten sind auseinander gebrochen und haben zu steigender Arbeitslosigkeit und Armut geführt und Millionen Menschen in Hunger und Hoffnungslosigkeit getrieben. Die Natur dient den transnationalen Konzerne allein zur Ausbeutung und Gewinnmaximierung, ohne Rücksicht auf die Unwiederbringlich zerstörter Biospähren.
Dies sind nur einige der negativen Konsequenzen, die die zunehmende Liberalisierung des Handels mit sich bringt und die gezeigt haben, dass die FHA nicht nur reine Abkommen zum Handel von Gütern sind, und deren Ziel nicht allein im Zugang zu neuen Märkten besteht. Heute bedeuten die großen, megaregionalen FHA, die sowohl durch die USA, als auch die EU und China vorangetrieben werden (TPP, TTIP, CETA, TISA und RCEP), ein Ausweitung der Rechte und Privilegien der großen transnationalen Unternehmen, deren Ziel die Öffnung und Privatisierung sämtlicher noch unregulierter Wirtschaftssektoren ist. Sie bedeuten ebenfalls eine Ausweitung des Investitionsschutzes für internationales Kapital, da sie Investoren die Möglichkeit einräumen, bei internationalen Schiedsgerichten gegen jene Staaten zu klagen, deren politische Entscheidungen, ihrer Ansicht nach, die erwarteten Gewinne der Unternehmen beeinträchtigen. Es ist also offensichtlich, dass der “Freihandel” nur eine Maske ist, hinter der die Unternehmen ihre wahren Interessen verstecken und deren eigentliches Ziel es ist, den Kapitalseignern immer höhere Gewinne zu garantieren, selbstverständlich auf Kosten sozialer und Arbeitsrechte sowie der Umwelt.
Die Kritik am Freihandelssystem ist in den letzten Jahrzehnten stark angestiegen und tut es weiter. Ein Meilenstein auf diesem Weg waren die massiven sozialen Proteste in Seattle (USA), die 1999 die negativen Effekte des Projektes zur Liberalisierung des Welthandels, vorangetrieben von der WHO, offenlegten. Hauptakteur dieser Proteste waren die sozialen Bewegungen. Inzwischen sind es aber auch viele Regierungen, die den tatsächlichen Gewinn der Handelsliberalisierung für das Wohlergehen ihres Volkes hinterfragen und in herrschenden Kreisen und unter politisch einflussreichen Akteuren hat die Marktöffnungseuphorie im Vergleich zu den neunziger Jahren abgenommen.
Die Auswirkungen der WHO-Ministerkonferenz auf Lateinamerika
Seit dem Scheitern der Verhandlungen zum Amerikanischen Freihandelsabkommen ALCA 2005, haben einige Länder Lateinamerikas den Versuch unternommen, alternative Formen des Freihandels in der Region umzusetzen. Dazu haben sie neuartige Projekte regionaler Integration ausgearbeitet, in deren Zentrum das Erreichen des Guten Lebens (buen vivir) steht. Projekte wie ALBA-TCP (Bolivarianische Allianz der Völker unseres Amerikas – Freihandelsabkommen der Völker) und eine neue regionale Finanzarchitektur waren die Eckpfeiler dieses Plans, der komplementäre und solidarische Strukturen zwischen unseren Völkern schaffen sollte und gleichzeitig den rücksichtslosen Wettbewerb im Rahmen neoliberalen Freihandels ablehnt. Doch die Zunahme des Einflusses rechtsgerichteter Kräfte in Lateinamerika hat viele der veranschlagten alternativen Ziele demontiert. Tatsächlich gelten Länder wie Mexiko, Chile, Peru und Kolumbien, die bereits viele Freihandelsabkommen unterzeichnet haben (und sich inzwischen zur Allianz des Pazifiks zusammengeschlossen haben, um den linksgerichteten Strömungen etwas entgegen zu setzen), heute als Beispiele dessen, was zu tun ist: Anwerben von Auslandsinvestitionen mittels der Zusicherung gesetzlichen Kapitalschutzes zu egal welchem Preis, und die Ausrichtung der kompletten Wirtschaft auf die Bedürfnisse der Exportmärkte.
Um diese Agenda im gesamten Kontinent voranzutreiben, findet vom 11. zum 14. Dezember 2017 die Ministerkonferenz der WHO statt, diesmal in Buenos Aires, Argentinien. Es ist die erste dieser Art von Konferenzen in Südamerika und das ist kein Zufall. Die Erfolge rechtsgerichteter Kräfte auf unserem Kontinent bremsen jegliche Möglichkeit alternativer Integration aus. Ihr Ziel ist es, die Vorstellung von Freihandel im Sinne der WHO als einzig möglichen Weg für unsere Völker zu installieren und umzusetzen.
Doch 20 Jahre Freihandelsabkommen in der Region haben uns die dramatischen Konsequenzen von Deregulierung und Ausweitung von Konzernrechten zu Ungunsten unserer Völker und der Umwelt gezeigt. Die Liberalisierung hat uns die Möglichkeit genommen, über öffentliche Dienste, wie Wasser- oder Energieversorgung, zu entscheiden, hat die Privatisierung des Bildungs- und Gesundheitssektors bewirkt, und die Wirtschaft zu einer technischen und bürokratischen Angelegenheit gemacht, die im Dienste der Konzerninteressen steht. Daher ist es Zeit, wirtschaftliche und politische Alternativen in Gang zu setzen, die die Macht der Korporationen regulieren, den Menschenrechten Vorrang geben und ein Leben im Einklang mit der Natur garantieren. Die Agenda des „Freihandels“ und des Investitionsschutzes in all seinen Formen, sei es im Rahmen bilateraler Abkommen oder multilateraler Übereinkünfte innerhalb der WHO, müssen wir entschieden ablehnen.
Angesichts der erneuten Versuche, die neoliberale Freihandels- und Investitionsagenda umzusetzen, ist es unbedingt notwendig, dass die sozialen Organisationen in der Region sowie weltweit gemeinsame Aktionen und Kampagnen starten. Wir müssen wieder zusammen gegen „Freihandel“ und Investitionsschutz kämpfen, uns mobilisieren und auf die Straße gehen. Eben dazu rufen wir, die Versammlung „Argentinien besser ohne Freihandel“ (Asamblea Argentina mejor sin TLC) und die ihr verbundenen Organisationen, alle Organisationen, die sich mit sozialen, politischen, Arbeits- und Umweltfragen, mit Frauen und Jugendlichen beschäftigen, kurz, alle Völker dieser Welt dazu auf, zwischen dem 11. und dem 14. Dezember 2017 nach Buenos Aires zu kommen. Lasst uns gemeinsam die Situation der weltweit voranschreitenden Handelsliberalisierung analysieren und Alternativen zum Raubtierkapitalismus, der sich an unseren Völkern und der Umwelt vergeht, diskutieren. Gemeinsam können wir den Neoliberalismus besiegen und zeigen, dass eine andere Welt möglich ist.
Der Kampf ist global!
Nieder mit dem Freihandel in all seinen Formen!
Asamblea Argentina mejor sin TLC
Für Unterstützungsbekundungen, Fragen oder sonstiges, sendet bitte eine Mail an: argentinamejorsintlc@gmail.com