La Cloc-VC Honduras presente en la Misión Internacional de Solidaridad con el movimiento campesino colombiano

La Cloc-Vía Campesina Honduras
2016-09-23 16:00:00

Septiembre del 2016- Con el objetivo de apoyar el cumplimiento de los acuerdos de La Habana y específicamente sobre el punto uno de Reforma Agraria Integral, del 20 al 24 de septiembre se está llevando a cabo, la Misión Internacional de Solidaridad con Colombia, organizada por La Vía Campesina Internacional y la Coordinadora Latinoamérica de Organizaciones del Campo (CLOC).

 

Con el encuentro, se busca acompañar al campesinado colombiano, en la exigencia del cumplimiento de los acuerdos de paz, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y tras las movilizaciones sociales de años atrás, con las que se exigía el cumplimiento de compromisos para garantizar la productividad, la soberanía alimentaria, el derecho a la tierra de las comunidades y el respeto a los derechos humanos. 

 

La misión evaluará el estado actual de tenencia de tierras, situación económica, injerencia e impactos de multinacionales, procesos de restitución y baldíos, entre otras problemáticas sobre los derechos a la tierra y al territorio de campesinas y campesinos en Colombia, que también han sido abordadas en el punto uno del Acuerdo de Paz suscrito entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP.

 

La Misión Internacional de La Vía Campesina y CLOC estará conformada por destacadas y destacados dirigentes campesinos, provenientes de 16 países de cuatro continentes. Quienes participarán el día 22 de septiembre las Audiencias Públicas en Putumayo, Cauca, Meta, Magdalena y Norte de Santander.

 

En representación de La Cloc-Vía Campesina Honduras, se encuentra integrando esta delegación el Coordinador General de la misma, Rafael Alegría.

 

Luego de un enfrentamiento de más de medio siglo de duración, el Gobierno Nacional y las FARC-EP acordaron poner fin de manera definitiva al conflicto armado interno.

“La terminación de la confrontación armada significa, en primer lugar, el fin del enorme sufrimiento que ha causado el conflicto. Son millones los colombianos y colombianas víctimas de desplazamiento forzado, cientos de miles los muertos, decenas de miles los desaparecidos de toda índole, sin olvidar el amplio número de poblaciones que han sido afectadas de una u otra manera a lo largo y ancho del territorio, incluyendo mujeres, niños, niñas y adolescentes, comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, negras, palanqueras, raizales, partidos políticos, movimientos sociales y sindicales, gremios económicos, entre otros. Lo que se busca es que no haya una víctima más en Colombia” dijo Rafael Alegría.

 

En segundo lugar, el fin del conflicto supondrá la apertura de un nuevo capítulo de nuestra historia, “Se trata de dar inicio a una fase de transición que contribuya a una mayor integración de nuestros territorios, una mayor inclusión social -en especial de quienes han vivido al margen del desarrollo y han padecido el conflicto- y a fortalecer nuestra democracia para que se despliegue en todo el territorio nacional y asegure que los conflictos sociales se tramiten por las vías institucionales, con plenas garantías para quienes participen en política” continuo Alegría.

 

El Acuerdo Final contiene los siguientes puntos, con sus correspondientes acuerdos, que pretenden contribuir a las transformaciones necesarias para sentar las bases de una paz estable y duradera.

 

El Punto 1 contiene el acuerdo “Reforma Rural Integral”, que contribuirá a la transformación estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural. La “Reforma Rural Integral” debe integrar las regiones, contribuir a erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno disfrute de los derechos de la ciudadanía.

 

El Punto 2 contiene el acuerdo “Participación política: Apertura democrática para construir la paz”. La construcción y consolidación de la paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliación democrática que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política.

 

El Punto 3 contiene el acuerdo “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas”, que tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción prevista en las reglas que rigen el Cese, incluyendo la afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la reincorporación de las FARC-EP a la vida civil.

 

también incluye el acuerdo sobre “Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”.

 

El Punto 4 contiene el acuerdo “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”. Para construir la paz es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas. Para lo cual se promueve una nueva visión que dé un tratamiento distinto y diferenciado al fenómeno del consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito, y a la criminalidad organizada asociada al narcotráfico, asegurando un enfoque general de derechos humanos y salud pública, diferenciado y de género.

 

El Punto 5 contiene el acuerdo “Víctimas”. Desde el Encuentro Exploratorio de 2012, acordamos que el resarcimiento de las víctimas debería estar en el centro de cualquier acuerdo. El acuerdo crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que contribuye a la lucha contra la impunidad combinando mecanismos judiciales que permiten la investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con mecanismos extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros.

 

El Punto 6 contiene el acuerdo “Mecanismos de implementación y verificación” en el que se crea una “Comisión de implementación, seguimiento y verificación del Acuerdo Final de Paz y de resolución de diferencias”, integrada por representantes del Gobierno Nacional y de las FARC-EP con el fin, entre otros, de hacer seguimiento a los componentes del Acuerdo y verificar su cumplimiento, servir de instancia para la resolución de diferencias, y el impulso y seguimiento a la implementación legislativa.

 

Las organizaciones sociales y de Derechos Humanos, las comunidades incluyendo los grupos étnicos, organizaciones de mujeres, campesinos y campesinas, los jóvenes, la academia, los empresarios, la Iglesia y comunidades de fe, y en general los ciudadanos y ciudadanas participaron activamente a través de sus propuestas contribuyendo al Acuerdo Final. Con su participación lograron la construcción de una paz estable y duradera en Colombia.