breve contribución desde el MST
Elementos para una estrategia de formación
Primeramente, me gustaría agradecer la invitación de los compas de La Vía Campesina de Honduras y valorar el proceso que desarrollan en la formulación de su Escuela de Formación, haciéndolo desde una construcción colectiva con las diversas organizaciones que componen LVC en Honduras. También valoramos el gesto de buscar intercambiar con otras experiencias de formación política de otros países acá presentes, como Brasil, El Salvador y Nicaragua. El documento borrador que nos llegó es muy rico y refleja bien el esfuerzo colectivo que impulsa la Vía Campesina.
Nosotros del MST partimos del principio de que no existen modelos. Que cada realidad implica adaptaciones, adecuaciones y sobretodo, creatividad de sus organizaciones populares. Es verdad que el enemigo es común, pero actúa de formas determinadas y específicas en cada una de nuestras realidades. Por eso, pensar la formación política es un ejercicio creativo. Es en este sentido que aportamos desde nuestra mirada y realidad: apenas un subsidio y opiniones para la tarea que toca en concreto a las organizaciones hondureñas.
Nos parece fundamental partir de una concepción de la Formación Política. Pensar la formación en su propia palabra: forma de acción. Que en el caso de nuestras luchas, tiene un vínculo político. Además, la formación no es tarea de una secretaría (o sector, como lo llamamos allá en Brasil) específica, sino que debe ser integral, articulando todas las dimensiones de la organización política. La formación logra cumplir su papel cuando es pensada de forma coyuntural, integral y articulada.
Al mismo tiempo, es importante no simplificar al punto de simplemente decir que “todo es formación”. Pues si de alguna manera todo forma, no necesariamente es para mejorar, es decir el sentido político que queremos. Se puede decir que todo forma, pero también que muchas cosas deforman. Por eso que las organizaciones, bajo la comprensión que la formación es integral, deben tener sus responsables para esa parte fundamental de la lucha. Un colectivo que organiza los procesos formativos y los direcciona de acuerdo con las líneas políticas de la organización.