Activismo internacional mapuche: una herramienta a favor de los DD.HH
La presencia de dirigentes ante tribunales internacionales es una herramienta cada vez más efectiva contra la violación de los Derechos Humanos del pueblo mapuche y es consecuencia del tratamiento del propio Estado chileno.
Así lo sostienen la politóloga alemana Anja Habersang y la escritora atacameña Pamela Ydígoras en su reciente investigación “El activismo internacional mapuche” de editorial Ceibo.
La conclusión de los activistas y observadores internacionales sobre la situación del pueblo mapuche es unánime: los derechos del pueblo mapuche son violados de forma sistemática y en ese trato, en la represión por parte del sistema estatal, Chile está mostrando uno de sus mayores fracasos.
El mal manejo de la demanda territorial y por autonomía es el origen de la violencia que existe hoy y que tiene en tensión a las regiones del Biobío y La Araucanía.
Para Pamela Ydígoras, si bien la judicialización y la criminalización han sido herramientas efectivas para mantener a raya las exigencias de los comuneros mapuche, a la larga, sólo le han jugado en contra al Estado chileno.
“A nivel nacional esta estrategia ha sido exitosísima, entonces a los comuneros no les quedaba más allá que salir afuera, acudir a las leyes internacionales, las que están representadas en tratados y en un convenio como el 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que, de hecho Chile ha ratificado desde el 2008 y además es vinculante”, dijo.
Sin embargo, nuestro país no está cumpliendo con estas normas, lo que le ha valido numerosas advertencias y varias sentencias a nivel internacional, tema que también se analiza en el texto.
Justamente, el activismo internacional mapuche surgió ante la serie de juicios que no aseguran el debido proceso y que se terminan por llevar ante cortes externas los casos al “verse agotados al interior del país”.
Esta búsqueda de instrumentos ha surgido de la mano de familiares de dirigentes que se fueron al exilio en dictadura y que conformaron poderosas redes de apoyo con acceso a organizaciones en todo el mundo.
Para esto el acceso a las redes sociales ha sido clave en la coordinación de un proceso que, advierte la autora, ha sido gestado por el propio movimiento social mapuche.
Si bien las redes internacionales san ayudado al pueblo mapuche a hacer públicas las violaciones a sus derechos, el pueblo mapuche mantiene una autonomía que tiene que ver con sus autoridades ancestrales, sostuvo.
“Las decisiones pasan por el pueblo mapuche y todo lo que ha ocurrido a nivel de redes sociales, nacionales e internacionales ha ocurrido porque el pueblo mapuche ha generado las instancias de apertura con los distintos organismos para la defensa de sus Derechos humanos”, señaló la escritora.
Críticas a uso político de entidades internacionales
Pamela Ydígoras respondió a las críticas sobre la intervención que generan estas entidades por el eventual financiamiento que podrían estar entregando: “No se trata de potenciar a organizaciones para que atenten contra la tan protegida integración nacional sino que el grueso del apoyo económico es por razones humanitarias”.
Según relató, una de las principales ocupaciones de las ONG es entregar ayuda médica a comuneros que deciden no asistir a los centros médicos, bajo el riesgo de ser detenidos y criminalizados.
También se entrega ayuda psicológica a menores de edad que viven en comunidades permanentemente asediadas o se buscan palear algunos aspectos brutales de la pobreza que se vive en la zona.
Incluso, afirmó, en muchos de esos casos los recursos no llegan de forma directa, como está ocurriendo, por dar un ejemplo, con el caso del joven Leonardo Quijón, quien, desde que era menor de edad se vio expuesto a allanamientos y enfrentamientos con la fuerza policial que le han valido tener más de 200 perdigones en su pierna.
Hoy con 21 años, apenas puede caminar, y si bien la organización alemana Kindernothilfe, envió fondos para su tratamiento, éstos están detenidos en el Servicio Nacional de Menores (Sename). “Este es un ejemplo de que los fondos entran también a través de instituciones nacionales y que ellas tampoco hace mucho para que éstos lleguen a sus reales beneficiados”.
Otro de los roles es ayudar en las denuncias y presentar acciones judiciales en casos extremos. En esa línea advirtió que incluso las organizaciones locales más radicales en su demanda autonomista, como podría considerarse a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), han sostenido que las acusaciones que ha hecho la derecha sobre contactos con las FARC y la ETA, sólo son una estrategia más que busca invalidar la lucha misma al afirmar que los dirigentes mapuche no tienen los medios para levantar su propio proceso.
Desobediencia civil
En ese sentido, la autora enfatizó que los comuneros está ejerciendo un derecho, un derecho supremo, que es el derecho a la rebelión: “La desobediencia civil ha sido utilizada por muchas naciones para su lucha y tenemos tres ejemplos emblemáticos que desploman su cara terrorista; Gandhi en la Indina, Mandela en Sudáfrica y Martin Luther King en los Estados Unidos”, afirmó.
¿Cuándo un pueblo está siendo oprimido qué le queda? ¿Ser sumisos como borregos como decía Gandhi?, se preguntó la autora. En ese sentido, reiteró que se ha llegado a un puto histórico del cual el propio Estado chileno es responsable. “Ha llevado o empujado al pueblo mapuche a esa desobediencia civil”, sostuvo.
Por lo mismo afirmó que se debe comprender que la violencia que se vive hoy es totalmente evitable, pero que si el Estado violenta sólo recibirá violencia.
Colaboradores y Felipe Durán
Además, Pamela Ydígoras se refirió a la situación del fotógrafo Felipe Durán, quien está actualmente encarcelado en Temuco. Muchas de las fotos del libro son de la autoría de Felipe, quien siempre colaboró de forma activa en solidarizar con la causa mapuche.
“Sus fotografías han sido un tremendo aporte a la denuncia sobre la violación a los Derechos Humanos que se producen en La Araucanía. Felipe, con su valentía, fue capaz de inmortalizar y mostrar de forma masiva la violencia y la brutalidad que vive el pueblo mapuche”, dijo.
En ese sentido hizo un llamado a las autoridades a liberar al reportero gráfico y ponerle fin a lo que consideró “un montaje más” y “una activa estrategia de hostigamiento a los chilenos que colaboran con la causa mapuche”.