Marcha Mapuche en Santiago en el marco del 12de Octubre

2005-10-12 00:00:00

Cerca de 4000 personas asistieron a la convocatoria realizada por organizaciones Mapuche de Santiago encabezada por Meli Wixan Mapu recientemente.

Cerca de 4000 personas marcharon con nosotros ayer. Diversas organizaciones mapuche, de otros pueblos y también colectivos y organizaciones de la sociedad chilena participaron de nuestra tradicional marcha.

Agradecemos la alta convocatoria. Para nosotros este espacio es realmente importante, porque permite difundir a muchas personas nuestras problemáticas y demandas.

Las consignas que planteamos este año buscaban la unidad de nuestro pueblo: unidad para enfrentar los atropellos a los derechos humanos de que somos víctimas por parte del estado chileno y argentino, como por ejemplo la situación de los presos políticos mapuche, así como también las diversas comunidades que deben enfrentar los intereses empresariales; unidad para enfrentar el futuro, luchando por nuestro derecho a la autodeterminación.

Asimismo, recalcamos que esa unidad debe basarse en un criterio amplio y no excluyente de los diferentes trabajos y experiencias que desarrollan las organizaciones mapuche. Se trata aquí de valorar todas las iniciativas para la liberación mapuche, de hacer un llamado a la participación y a la organización. Esta lucha es de todos los mapuche, tanto de ciudad como de campo, tanto de artistas, estudiantes, comunicadores, profesionales, etc, porque donde estemos nos levantaremos como un sólo pueblo.

DISCURSO DE LA MARCHA

Peñi, Lamüen después de 513 años de atropellos y usurpaciones, no se trata ya sólo de resistir ni menos de olvidar, hoy está más vivo que nunca en nosotros el desafío de renacer como un pueblo digno y soberano, en medio de esta globalizaci6n y este modelo económico y político que niega continuamente nuestra identidad y la dignidad de decidir por nosotros mismos nuestro camino como pueblo-nación Mapuche.

Más que nunca, se hace necesario hoy afrontar el desafío de cultivar y no dejar morir la rica herencia que nuestros antepasados nos dejaron. No debemos dejarnos atropellar más por los Estados y las Transnacionales, que con su racismo, su 1ógica económica, su modelo de educación y las creencias impuestas, nos quieren apartar de nuestro idioma, nuestra religión y nuestra madre tierra.

A pesar que muchos de nosotros hoy vivimos en ciudades, fruto del destierro que nuestros padres y abuelos debieron enfrentar, debajo del ardiente asfalto aún sentimos palpitar el corazón de nuestra Ñuke Mapu, la tierra originaria que cobijó a nuestros antepasados y que nos llama a seguir levantándonos para ser, nuevamente dignos de ella.

Nuestra manera de ser como pueblo, no es algo para colocar en una pieza de museo como pretenden algunos, es un sentimiento, una conciencia que vive en nuestros corazones cuando nos encontramos como hermanos, cuando escuchamos una trutruka, cuando reconocemos una voz antigua, cuando recibimos el remedio de una machi, o el consejo de un lonko ... pero con todo eso pretenden acabar. Ya no es sólo nuestra tierra la que quieren, también es nuestra medicina envasada en farmacias; son nuestros alimentos patentados por empresas transnacionales; son nuestras aguas concesionadas entre parlamentarios que hacen leyes a su medida; son los minerales del subsuelo catastrados por satélites; son nuestros Nguillatun queriendo ser declarados patrimonio del Estado usurpador, es nuestro idioma queriendo ser apropiado por consorcios de computación; e incluso es nuestro código genético clasificado por empresas gringas.

Las grandes transnacionales coludidas con el Estado Chileno y Argentino están convencidos que basta con tener una Ley Indígena, tener unos cuantos proyectos productivos, o aparecer retratados en una moneda de cien pesos, para decir que somos todos parte del invento de sus Estados Nacionales "democráticos”, mientras se apropian de todas las riquezas de nuestra madre tierra y nuestro conocimiento ancestral, como si les perteneciera,

Los noticieros no hablan de los jóvenes del Hogar Mapuche de Las Encinas de Temuko, que debieron llegar a la huelga de Hambre por pedir condiciones dignas para estudiar en la ciudad; no habla de lo que sucede en el Puelmapu (Argentina) cuando nuestros hermanos también se levantan a diario contra los megaproyectos petroleros, turísticos e hidroeléctricos que invaden las comunidades de Chubut, Neuquén y Río Negro y son reprimidos por el Estado argentino; tampoco habla de lo que ha sucedido con nuestros hermanos williche, allá en Chiloé, que han debido vivir el deplorable capitulo de ser espiados por aparatos de inteligencia, como en la mejor de las dictaduras, por el sólo hecho de ser Mapuche, siendo catalogados como potenciales delincuentes; tampoco habla de nuestros presos políticos y sus juicios engorrosos y llenos de vicios legales; ni menos dicen algo de nuestros peñi muertos a manos de los aparatos de represi6n del Estado de Chile en esta nueva etapa de reconstrucci6n de nuestro pueblo-nación Mapuche.

Pu peñi ka pu lamuen, a diario son violados nuestros derechos humanos, nuestros derechos como pueblo. Nos quitan el agua, nos quitan la tierra, encarcelan a nuestros pu lonko sin pruebas y someten a nuestros pichikeche en comunidades a allanamientos y golpizas. +

¿Hasta cuando pu peñi, pu lamuen, dejamos que estas cosas ocurran ante nuestros ojos sin hacer nada?

No es delincuente, ni terrorista quien defiende su espacio natural, quien defiende las vertientes, los árboles, su cultura o su lengua, como pretenden hacerlo parecer a la opinión pública los Estado chileno y argentino.

¿Hasta cuando permitiremos más atropellos?

Exigimos no más impunidad con los verdugos amparados por este Estado genocida No más impunidad con los asesinos de Alex Lemún, Julio Wentekura, Suarez Mariwan y Zenón Díaz Necul. No más impunidad con los usurpadores de tierras como Mininco, Endesa y Celco.

No mas terrorismo de Estado como el que aplica Investigaciones de Chile.

De todos nosotros depende no dejarnos avasallar más, para que nuestros hijos sean quienes hereden la dignidad de nuestra lengua, de nuestra cultura, de nuestra religión y de nuestro territorio. No se trata ni del campo ni de la ciudad; ni de Chile ni Argentina; ni de más cultura ni más política... se trata de nosotros y de nuestra tierra. Dejemos la inercia, la indiferencia, la soberbia y la envidia entre nosotros y reconstruyamos el gran pueblo que siempre fuimos. No basta con una marcha una vez al año, nuestro trabajo debe ser a diario en la ciudad, en el campo o en donde estemos, debemos levantarnos, sacudir nuestras conciencias y despojarnos de la educación huinka que nubla nuestro mente y volver a nuestro kimün y rakidüam Mapuche.. Debemos organizarnos, no por intereses individualistas, sino como pueblo. Debemos alzar la mirada con dignidad y no pedir migajas a1 Estado. Debemos levantarnos no para pedir, sino para determinar nuestro propio destino, para reconstruir nuestros conocimientos, nuestra economía, nuestra energía: Territorio, Cultura, Autodeterminación y Libertad.

Desde donde estemos nos levantamos como un solo pueblo.

¡¡ LIBERTAD Y JUSTICIA CON NUESTROS PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE!!

Desde los dominios del aguerrido Michimalonco que vive.........

¡¡¡¡¡MARRICHIWEU!!!!!

Organización Mapuche Meli Wixan Mapu Pikunmapu, primavera 2005