Integración de los Pueblos

“Tenemos una agenda muy concreta de la cual se esperan logros muy concretos”, señaló el economista Diego Borja, coordinador del Espacio Económico de ALBA al inaugurar en Quito el Segundo Consejo Económico de la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) al que asisten delegados/as de 8 países que integran este organismo.
 
Entre los temas que se abordan en la reunión se encuentran: la capitalización del banco del ALBA; el manejo del Sucre como un instrumento de complementariedad en el comercio entre los países de Alba; la generación de una matriz de producción, importaciones y exportaciones para saber que se pueden vender y comprar entre los países del ALBA; y la constitución del centro de mediación de arbitraje de ALBA, que se une a otros esfuerzos que se están haciendo en UNASUR en este mismo sentido.
 
En el acto inaugural del evento, el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño señaló que “el ALBA es un espacio en lo económico muy importante, estamos hablando de 600.000 millones de dólares de PIB, y 80 millones de habitantes, representa las mayores reservas de petróleo y gas natural de toda la región latinoamericana, tiene enormes reservas de agua y biodiversidad, y por tanto tenemos una perspectiva de potencialidad económica muy alta, en términos del desarrollo de la zona económica del ALBA”.
 
Banco del ALBA
 
Uno de los temas que se aborda es la capitalización del Banco de ALBA y los cronogramas en los cuales los países van a realizar sus aportes de acuerdo a sus definiciones soberanas. La decisión de la décimo primera cumbre presidencial de ALBA, realizada el pasado 4 de febrero en Caracas, fue que cada país aporte el 1 por ciento de sus reservas para capitalizar el Banco.
 
“El banco del Alba es muy importante porque apalanca proyectos productivos de inversión y empleo sobre todo de pequeños productores en la región del ALBA y de las empresas gran nacionales del ALBA”, contribuyendo a la complementariedad y a la integración de las economías, señaló Borja. 
 
 El Banco contribuirá a financiar proyectos binacionales o multinacionales de los países miembros, especialmente en el área de la seguridad alimentaria, la salud, la energía, el conocimiento y el transporte.
 
El canciller Patiño dijo que con el banco de ALBA -y posiblemente unido al Banco del Sur- se podría “impulsar proyectos de gran importancia para la región como el ferrocarril del sur y complejos petroquímicos, el gasoducto del sur, el canal de Nicaragua que tiene tanta importancia y tanto interés desde hace más 100 años y la línea aérea del Alba, que son oportunidades de impulsar el desarrollo de nuestros países”.
 
SUCRE

Otra de las expectativas de la reunión es avanzar en la consolidación del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) como moneda virtual para evitar recurrir al dólar estadounidense en las transacciones regionales, de tal forma que cada país utilice su propia moneda nacional.
 
Hasta el momento se ha llegado a un nivel de transacciones en Sucres que supera los 400 millones de dólares y la meta en este año 2012 es alcanzar los 1000 millones de dólares en Sucres.
 
Mapa de mercancías
 
Con el objetivo de impulsar “el comercio para el desarrollo” entre los países de ALBA, hace 5 años se estableció la necesidad de establecer un “mapa de mercancías” de cada país. En esta reunión de Quito, se retoma este planteamiento y la idea es que los ministros de economía de cada país designen un funcionario especializado en estadística para conformar un equipo que en 90 días entregue los primeros resultados. 
 
Centro de mediación
 
La Cancillería de Ecuador propuso al Consejo Económico de la ALBA
 -como lo hizo antes a la UNASUR- la creación de un sistema de arbitraje y mediación de controversias que reemplace al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), una instancia dependiente del Banco Mundial. Cada país deberá decidir, de manera soberana, cómo y cuando se adscriben al nuevo centro de arbitraje.
 
Finalmente, en el Consejo Económico se hará una evaluación de las empresas gran nacionales que son un instrumento muy potente para cumplir las distintas líneas prioritarias del plan económico de ALBA, como son la soberanía alimentaria, la soberanía de la salud, la soberanía de la energía, la soberanía de la infraestructura y la soberanía del conocimiento.
 
La ALBA, que está conformada por Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas, constituye la tercera economía de la región después de Brasil y México, y su accionar se asienta sobre cuatro pilares fundamentales: la complementación, la cooperación, la solidaridad y el respeto a la soberanía.
 
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