Retos afrodescendientes tras cumbre de la CELAC

2012-02-10 00:00:00

Si tenemos las mayores reservas de aguas y recursos estratégicos ubicados en nuestros territorios: ¿cómo hacer para preservarlos? ¿cuáles propuestas concretas tenemos? ¿cómo integrar en los sistemas educativos los acuerdos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe en materia afrodescendientes?
 
Definitivamente nació la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), con sendos reconocimiento a las y los afrodescendientes, así como a los indígenas y al valeroso pueblo haitiano. Eso se traduce en un plan de trabajo concreto que hay que insertar en el plan de acción de este nuevo organismo regional, en el que se pasó por alto incluir esos reconocimientos aparecidos en los artículos 13 y 17 de la declaración.
 
Afros, indígenas y Haití
 
Como venimos discutiendo desde el año pasado, "no puede realizarse una conmemoración Bicentenaria con la exclusión de tres factores que fueron determinantes para lograr las independencias del yugo español: los africanos y sus descendientes, los indígenas y la significación histórica de Haití”. En más de 15 artículos de prensa y exposiciones académicas insistimos en esa necesidad de reconocimiento histórico. El movimiento social afrodescendientes a nivel nacional e internacional hizo lo que le correspondía en ese sentido: presionar a sus respectivos gobiernos para ese pronunciamiento bicentenario, lo cual se plasmó en las resoluciones del IV Encuentro Internacional Afrodescendientes y Transformaciones Revolucionarias, apoyado por el Gobierno Bolivariano, la Vicepresidencia de la Asamblea Nacional y la Cancillería venezolana, realizado en la ciudad de Caracas el pasado mes de junio con la finalidad de lograr un reconocimiento en la Cumbre de la Celac. Esa estrategia del movimiento afro fue la clave para que la Celac naciera realmente integrada en las perspectivas etnohistóricas. Se logró introyectar el proceso de conciencia histórica para que no repitiera la exclusión de dos momentos claves del pasado: la creación de la repúblicas etno-excluyentes del siglo XIX y el fallido Congreso de Panamá de 1826, donde no fue invitado Haití ni se tomó en cuenta a los indígenas ni a los afrodescendientes que aun después de haber contribuido al nacimiento de las repúblicas, fueron de nuevo sometidos trágicamente a la esclavitud.
 
Lo que debe venir
 
En la cumbre de la Celac, la primera mandataria en hacer una significación contundente de la deuda histórica que tienen los países con las y los afrodescendientes fue la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, siendo muy clara y directa en torno al tema del reconocimiento en el año internacional afrodescendientes, el racismo y la discriminación racial. El presidente Raúl Castro pidió por la profundización de la solidaridad con Haití, lo que el Movimiento Afro internacional denominó el Fondo de Solidaridad Activa con Haití. El presidente Porfirio Lobo, de Honduras, hizo demagógicamente una propuesta que ya los afrorevolucionarios expusimos mucho antes que él ante la ONU, la creación del Foro Permanente de los Pueblos Afrodescendientes, emergidas del IV Encuentro Afrodescendientes en Caracas y de Cuba (ambos en febrero y mayo respectivamente), en la forma como lo dijo, el presidente Lobo, sin convicción, sin fe, sin fuerza, en voz baja… eso por supuesto cayó en un vacío que solo su caperucita “negra” que tenía al lado lo pudo escuchar y desdibujar su frágil sonrisa. Pero la propuesta del Decenio y el Foro permanente Afrodescendientes es parte de la agenda como reto concreto de las y los afrodescendientes. La redimensión del tema afro en el proyecto estratégico del Alba y los países aliados de concretarse en Fondo para las comunidades afrodescendientes para las reparaciones históricas es justo y necesario. Se impone concretar una agenda sobre cambio climático en nuestras comunidades, ya que las mismas están ubicadas en las zonas que más han sido azotadas con fenómenos como el niño y la niña, los efectos invernaderos, la deforestación intensiva, la presión demográfica -evidenciada en tragedias humanas como el huracán Mitch en Honduras, Vargas-Venezuela, Perú, terremoto en Haití, entre otros-. La pregunta está en si tenemos las mayores reservas de aguas y recursos estratégicos ubicados en nuestros territorios: ¿cómo hacer para preservarlos? ¿cuáles propuestas concretas tenemos? ¿qué harán las islas del Caribe con el aumento del nivel del mar, que tienen el tiempo de vida contado para desaparecer como ya están desapareciendo las islas del Pacífico? Otros retos están en el campo de la cultura y la educación: ¿cómo integrar en los sistemas educativos los acuerdos del Celac en materia afrodescendientes? ¿Por qué en los países que conforman el ALBA aun no circulan los productos culturales afrodescendientes? Estas y otras interrogantes forman parte de los retos del movimiento afrorevolucionario y progresista de las Américas y el Caribe.