Momentos históricos para la integración popular
La Escuela Nacional Florestán Fernandes del Movimiento Sin Tierra (MST), en Guararema, Sao Paulo, reúne por estos días a más de 150 militantes de 22 países en la I Asamblea de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA, que se extenderá del 16 al 20 de mayo. La mística que envuelve el encuentro recupera las etapas de rebeldía ante el colonialismo y la esclavitud, así como la historia más reciente de marchas por los 500 años de resistencia indígena, negra y popular; la campaña continental contra el ALCA, y la presencia en foros sociales y acciones comunes, que son los antecedentes de esta propuesta integracionista.
Al iniciar las jornadas, con un homenaje al líder Hugo Chávez, el dirigente del MST, Joao Pedro Stedile, abordó periodos significativos de la construcción de la Articulación.
“Teníamos que levantar una propuesta de integración independiente de los gobiernos, aunque con un mismo proyecto político. Si bien, estaba la idea de un Consejo de Movimientos Sociales dentro del ALBA, se reducía a las naciones signatarias, y la experiencia organizativa y de participación popular de los diferentes movimientos a lo largo del área marcaron la necesidad de avanzar con nuestros propios medios y tener un espacio de autonomía, que nos proporcionara la condición moral de hacer críticas y apoyar a los gobiernos en lo necesario”, dijo Stedile.
La I Asamblea de la Articulación, que tiene por base los principios de solidaridad, complementariedad y cooperación de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) debate sobre ejes en los que los movimientos ya tienen un acumulado: la formación política; la solidaridad en la práctica; las experiencias de producción autogestionarias y cooperativas; la movilización y agendas comunes para enfrentar el modelo imperial, agroexportador y patriarcal.
Por ello, los primeros días se han dedicado a un análisis de coyuntura. El integrante de Economistas de Izquierda (EDI), Claudio Katz, y la filósofa y educadora popular, Isabel Rauber, disertaron sobre los desafíos de la clase trabajadora y los movimientos sociales frente a la crisis del capitalismo, y subrayaron alternativas impulsadas por gobiernos a complementar, entre ellas, la aplicación del sucre como una moneda regional; un control de cambio efectivo y la nacionalización de un sistema financiero en el área. Igualmente alertaron sobre la necesidad del reconocimiento de los diversos sujetos que luchan en América Latina, de sus propuestas de poder popular desde abajo que deben potenciarse.
Hubo también un panel con la participación del investigador paraguayo Gustavo Codas, y del sociólogo Francois Houtart. Ambos dieron luces para los trabajos grupales que se encargaron de mirar hacia adentro de las luchas y visibilizar todas aquellas iniciativas que puedan integrarse para la transición hacia un paradigma más justo en nuestras sociedades.
Equipo Comunicación Alba-Movimientos