Cuba: A 50 años de la Ley de Reforma Agraria
Cuba está celebrando el 50 aniversario de la primera Ley de Reforma Agraria, cuya normativa fue suscrita por su líder histórico, Fidel Castro, el 17 de mayo de 1959, cuando la Revolución tenía cuatro meses y medio de vida. A este hecho histórico se refirió Orlando Lugo Fonte, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) de Cuba, en el acto de clausura del encuentro de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC/Vía Campesina) que se realizó en ese país del 26 al 29 de abril 2009. A continuación editamos los puntos centrales de la intervención del presidente de la ANAP.
Hoy estamos en momentos complejos. Ya casi habíamos salido del período especial, llamado por nosotros, pues ciertamente habíamos tenido algunos avances en el desarrollo de la economía, sin embargo, hoy el mundo vive una crisis financiera internacional muy compleja. Crisis que crearon ellos mismos. Y quien más está sufriendo esa crisis son los pueblos, los hombres y mujeres humildes de nuestro mundo. Y nosotros también somos muy afectados por esta crisis, porque, además, somos el único país bloqueado del mundo hace casi medio siglo.
Y a cada medida que hemos sufrido en estos 50 años, la Revolución siempre ha sabido tomar las medidas. Con las medidas que hoy estamos tomando con el uso de la tierra, nuestra familia campesina ha crecido desde el mes de agosto hasta la fecha en más de 60 mil personas que han ido hacia el campo. No es una nueva ley de reforma agraria. Es perfeccionar nuestra Ley de Reforma Agraria, que el 17 de mayo cumple 50 años, y que se firmó, precisamente, allí en la Sierra Maestra, en uno de los lugares históricos de este país donde radicó la comandancia del Ejército Rebelde, la columna 1, comandada por Fidel.
El 17 de mayo del 59, Fidel regresó a la Sierra, pero en esta ocasión no a combatir la dictadura que asesinó a más de 20 mil hermanos nuestros, regresó a la Sierra a cumplir lo que le había prometido a los campesinos cubanos aquel histórico día cuando se autodefendía por los sucesos del Moncada del año 53. Más de doscientos mil campesinos ese día fueron dueños absolutos de las tierras, dueños absolutos de las tierras, que durante tantos años habían trabajado esas tierras sin ser dueños de ellas, y que lo que producía no les alcanzaba ni para alimentar a sus hijos hambrientos.
Pero no fue solo la Ley de Reforma Agraria lo que motivó estos avances que hemos tenido en nuestros campos, en la formación de nuestras cooperativas. Acompañado de la Ley de Reforma Agraria está la voluntad de nuestro gobierno revolucionario de dar créditos con intereses muy bajos, asegurarle comercio a toda la producción de los productores campesinos y obreros agrícolas, precios decorosos para sus productos. Ayuda técnica y material y, por eso, los campesinos cubanos están eternamente agradecidos de la Revolución.
Para noviembre estamos organizando un encuentro de agroecología. Estamos luchando mucho por la agroecología, estamos luchando mucho por la sostenibilidad agrícola, por la seguridad alimentaria. Hoy tenemos un importante movimiento agroecológico. Más de 150 mil campesinos hacen prácticas agroecológicas. Para que tengan una idea, en Cuba, prácticamente, no se conocía la fabricación de humus de lombriz. Hemos ido educando a nuestros campesinos, a nuestros productores, que el ser más querido en una familia campesina es el suelo, es la tierra, que hay que cuidarla, que hay que fortalecerla. El pasado año se produjeron en Cuba más de 100 mil toneladas de humus de lombrices.
Hemos tenido que hacer un esfuerzo grandísimo en la aplicación de productos biológicos. Hemos ido ganando conciencia en ese importante renglón. De hecho, fue la necesidad la que nos obligó a profundizar para que hoy podamos contar con una red de laboratorios en las propias cooperativas nuestras, produciendo los productos biológicos para poder combatir las plagas.
El bloqueo no es solamente el bloquearnos económicamente. Nosotros iniciamos el movimiento agroecológico y el movimiento de la producción de productos biológicos por una plaga que los yanquis nos tiraron, un conocido insecto que se llama "Thris Palmi", muy dañino. En ese momento, la mayoría de las cosechas de papas la producíamos en la zona occidental, el corredor que utilizaron los yanquis para tirarnos el "Thris Palmi". Cuando nos dimos cuenta, cuando supimos de qué se trataba, prácticamente, ya estaban infectados todos nuestros campos de papa, nuestros campos de frijoles. Ni tan siquiera contábamos con mucha bibliografía de ese insecto, muy dañino. Gracias a amigos que nos alcanzaron bibliografía, que nos dieron ayuda, podemos decir que ese insecto prácticamente ha desaparecido. Y si no ha desaparecido, por lo menos, como en muchos países, nos hemos acostumbrado a vivir con él y lo hemos combatido con los productos biológicos.
Y así hemos tenido que transitar en estos duros años. Pero, nuestra familia ha crecido enormemente. Y como les decía, de agosto para acá más de 60 mil nuevos campesinos tenemos. Por eso, nos hemos hecho más fuertes. Estamos más fortalecidos. Y somos muchos más para producir alimento para nuestro pueblo, para disminuir las importaciones. Ustedes conocen los incrementos tan sustanciales que han tenido los productos alimenticios en el mundo. Por suerte, han ido disminuyendo un poquito, pero el país ha tenido que hacer desembolsos enormes para comprar alimentos para los niños, para comprar alimentos para nuestro consumo social, nuestros hospitales, nuestros círculos infantiles, nuestros policlínicos, nuestras escuelas. Miles de millones de dólares hemos tenido que desembolsar y buscar para comprar alimento.
Y, hoy, nuestros campos se están llenando de nuevas familias. El estado les ha ido dando facilidades, con muchísimas limitaciones todavía. Y el movimiento agroecológico nos ha ayudado muchísimo para estas familias, precisamente, que se han incorporado al campo cubano. Estamos trabajando también para incrementar la mujer, la participación de la mujer en nuestros campos.