Día Internacional de la Lucha Campesina: 17 de abril de 2004

2004-04-13 00:00:00

Comunicado en el 60° aniversario del Banco Mundial

Considerando que el 17 de abril es el Día Internacional de la
Lucha Campesina, esta fecha histórica tiene su antecedente en
Tlaxcala México: cuando se celebraba la II conferencia
internacional de la Vía Campesina, los paramilitares asesinaban a
19 campesinos del Movimiento Sin tierra en El Dorado dos Carajas
en Brasil.

El 17 de abril es la fecha en que se movilizan miles de campesinos
y campesinas para denunciar la aplicación de las políticas
neoliberales de apertura comercial, desregulación y privatización
promovidas desde la globalización económica desmantelando
gradualmente nuestra agricultura campesina y expulsando del campo
a miles de pequeños y medianos productores, trabajadores rurales y
pequeños pescadores artesanales.

La violencia en el campo continua; los terratenientes con el apoyo
de los gobiernos siembran el terror ante la demanda de miles de
familia para acceder a un pedazo de tierra para sobrevivir. Este
difícil panorama se observa en diferentes regiones del continente
Americano, en los pueblos de Asia y África, y de esta situación no
escapa Europa.

Las manifestaciones de violencia en el campo son la persecución y
encarcelamiento de dirigentes, amenazas de muerte. Violencia que
tiene diferentes expresiones cuyos resultados tangibles son la
desaparición acelerada de las explotaciones y fincas familiares;
cada minuto emigran un centenar de personas del campo a la ciudad.
Más dramático aún son los suicidios de más de diez mil campesinos
durante el año pasado sólo en el estado de Karnataka en la India
sumidos en la desesperanza y el abandono.

La desacertada política del mercado de tierras impulsada por el
Banco Mundial es un fracaso en diferentes partes del mundo; sin
embargo, muchos gobiernos se apegan a ella como la única solución
a los conflictos agrarios. Una vez más queda demostrado que los
gobiernos y las transnacionales se debaten en aplicaciones de
modelos agotados, lesivos y que frenan el desarrollo, enriquecen a
una elite privilegiada y condenan a la vulnerabilidad y la
exclusión social a la mayoría de la población.

La oferta de desarrollo puesta al servicio de gobiernos
antipopulares es la regulación comercial a través de la OMC, los
tratados de libre comercio y proliferación de productos
genéticamente modificados, el dumping y la cultura del consumismo.
El acceso físico y económico a alimentos se ha empeorado
notoriamente: la soberanía alimentaria y la capacidad de producir
la propia alimentación ha decaído por los altos costos de
producción; las áreas sembradas con granos básicos han tenido que
ceder su espacio en favor de los cultivos de exportación

Por cuanto llamamos a celebrar el 17 de abril en todas las
organizaciones de la Vía Campesina y demás organizaciones
sociales, a movilizarnos contra todo eje de represión en el campo
y a demostrar que el movimiento campesino exige un espacio para
producir, para vivir mejor y contribuir al desarrollo y bienestar
de los pueblos.

Por lo que denunciamos al Banco Mundial por promover políticas
que:

– Han desatado procesos de contra-reforma agraria y
reconcentrado tierra en pocas manos;

– Han hecho de la tierra una mera mercancía para vender a las
inversiones mineras, turísticas, industriales y
especulativas;

– Promueven la concentración del sistema mundial alimentario y
favorecen a las corporaciones transnacionales de productos
agrícolas, tanto del lado de los insumos como de los
productos;

– Fomentan las exportaciones agrícolas, la liberalización de
las importaciones y la privatización de los servicios de
extensión rural.

Denunciamos que el Banco Mundial es cómplice de masivas y
sistemáticas violaciones a los derechos humanos de los campesinos
y las campesinas. En casos como el de Colombia donde hay una
política de represión social que resulta en la detención de
cientos de líderes campesinos, donde hay continuas masacres contra
la población rural y cerca de 3 millones de campesinas y
campesinos que fueron violentamente despojados de sus tierras, el
Banco Mundial se hace cómplice de esta situación al conceder al
gobierno Colombiano créditos para el Desarrollo Rural sin tener en
cuenta esta situación.

Denunciamos al Banco Mundial por no someterse al derecho
internacional de derechos humanos a pesar de que casi todos los
países miembros del Banco han ratificado los principales tratados
de derechos humanos.

Exigimos a todos los gobiernos responsables de las actuaciones del
Banco Mundial:

– Que se suspendan las políticas de tierra y desarrollo rural
actualmente promovidas por el Banco;

– Que se suspenda la concesión de créditos a países con
violaciones masivas y sistemáticas de los derechos humanos de
las campesinas y los campesinos y los pueblos indígenas;

– Que se realicen el derecho humano a alimentarse y el derecho
a producir de las campesinas y campesinos y el derecho a la
soberanía alimentaria de nuestros pueblos;

– Que se garantice el pleno goce de los derechos y las
libertades civiles y políticas de los luchadores y las
luchadoras por reforma agraria y justicia en el campo. No a
las detenciones arbitrarias, a la represión, a la persecución
y a los asesinatos;

– Que se embarquen en un debate sobre nuevas instituciones y
nuevas formas de cooperación internacional en política de
tierras y desarrollo rural que partan de las propuestas de
los movimientos campesinos y cumplan con los estándares de
derechos humanos.

¡Globalicemos la lucha!
¡Globalicemos la esperanza!