Saludo del Canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño Aroca, a la I Asamblea Continental de Movimientos Sociales Hacia el ALBA

2013-05-18 23:00:00

(Sao Paulo, mayo 2013)

 

Compañeras y compañeros:

 

En esta hora de transformaciones históricas para la Patria Grande y el Mundo, reciban los saludos fraternos y revolucionarios de aquellos y aquellas que componemos esta  Revolución Ciudadana.

 

Esta I Asamblea Continental de Movimientos Sociales ocurre en momentos de singular complejidad para nuestros procesos de cambio. Junto al florecimiento de propuestas y caminos para construir nuestras alternativas, nuestros socialismos, junto al nuevo lugar en la geopolítica mundial que ha conseguido América Latina y El Caribe, están las amenazas imperiales remozadas, la rearticulación de las derechas, las inercias maximalistas en algunos sectores…

 

Como saben ustedes, y tras seis años de marcha, el pueblo ecuatoriano recientemente redobló su apoyo al compañero Presidente, Rafael Correa, y al proceso político que este lidera. La Revolución Ciudadana se propone ahora radicalizar los cambios en estos próximos cuatro años, avanzar en el Socialismo del Buen Vivir, que es inseparable de la construcción de la Patria Grande, del impulso decisivo a la integración que se recupera y se reinventa, en foros como esta Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.

 

Tenemos por delante desafíos políticos mayúsculos, frente a los cuales la alianza, la unidad de todas las fuerzas transformadoras, es crucial. La línea divisoria no se ubica hoy entre gobiernos y movimientos, sino entre proyectos y fuerzas de cambio y las de retroceso.

 

Las acciones de los gobiernos transformadores, en los escenarios nacionales e internacionales, solo podrán tener el alcance que los pueblos organizados conciban y sean capaces de sostener. Somos conscientes de que, si los gobiernos conservadores han contado siempre con el apoyo del gran Capital para alcanzar el poder político, las alternativas populares solo podrán disputar este poder desde la atalaya de la movilización social, desde el compromiso e identificación con la causa de los pueblos.

 

Por eso, creo que no corresponde a todas y todos estar muy atentos a los resultados de esta I Asamblea. Sus reflexiones, debates y resoluciones deberán ser también parte de ese gran programa político que construimos día a día, desde Río Bravo hasta la Patagonia, y que hoy guía los pasos de una América renovada y libre.

 

¡Viva la Patria Grande!

 

¡Hasta la Victoria Siempre!