Cauca Colombia:

La estrategia militar golpea a las comunidades indígenas que liberan la Madre Tierra

Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa
2015-03-02 23:00:00

 

Nos preguntamos qué está pasando en el norte del Cauca. Los diálogos de Paz siguen en la Habana, los medios oficiales y el gobierno aseguran que ambos actores armados no han incumplido el acuerdo de cese al fuego bilateral, pero en el Cauca siguen las amenazas, la persecución y los homicidios; en lo corrido que va del año 2015 el lugar más asediado ha sido Caloto.

 

Pero no solo en el norte de Cauca vienen pasando estos hechos violentos. Casi semanalmente recibimos un nuevo comunicado de la comunidad de paz de San José de Apartadó que denuncia el abuso de los grupos armados contra su comunidad. La población de Buenaventura sigue sumida en la más terrible violencia. Apenas a mediados del pasado año 2014 conocimos el horror de las casas de pique en esta ciudad cuyo puerto le da las más altas riquezas al país. El gobierno dijo que la solución a tanta masacre era militarizar la ciudad y ahora su comunidad denuncia que ninguna ayuda ha traído esa medida y siguen los desmembramientos.

 

Todos los actores armados atentan contra los derechos de los pueblos y mientras se habla de paz el gobierno anuncia que sigue invirtiendo en armamento de última tecnología y sigue firmando más tratados de libre comercio para que las empresas trasnacionales sigan acaparando los territorios del país. Si ya no va a haber guerrilla ¿por qué aumentan las bases militares en territorios indígenas? Para el periodo del posconflicto se ha anunciado el aumento de pie de fuerza a lo largo del territorio nacional, especialmente en los sitios rurales donde se realizan actividades de explotación para ‘garantizar la seguridad’ según el gobierno, los llamados ‘batallones minero energéticos.

 

La bandera del gobierno son las políticas extractivas, los Tratados de Libre Comercio y la manipulación a la legislación favorece los proyectos de las transnacionales sobre los derechos territoriales de los colombianos. Antes de la terminación de los diálogos de paz ya muchos pueblos del país están comprobando en carne propia que con más militarización hay más represión contra las comunidades y no hay paz.

 

Las comunidades indígenas de base del norte del Cauca, respondiendo al mandato ancestral de liberar la Madre Tierra, se encuentran, hace más de dos meses, concentradas en diferentes puntos del Norte del Cauca. Las comunidades de Corinto, se encuentran en las haciendas Quebrada Seca, Miraflores, Granadita y García. Igualmente la comunidad del resguardo Las Mercedes de Caldono lleva aproximadamente un mes concentrada en la hacienda El Japio y las comunidades de los planes de vida Sat Finxi Kiwe y Yu’Lucx se encuentran reunidas en la vía principal de la Panamericana, en el punto de La Agustina. Estas acciones de control territorial, más allá de la exigencia de tierras buscan la liberación de Uma Kiwe, de liberarla del poder de quienes la envenenan y la explotan con los monocultivos de caña de los ingenios azucareros que invaden los límites del norte del Cauca y el sur del Valle.

 

Todas estas acciones de control territorial y de autonomía se dan en un contexto de persecución y de terror. Ha sido evidente el incremento de las violaciones a los derechos humanos y recrudecimiento de la violencia que han debido soportar. Amenazas a través de panfletos, mensajes a correos electrónicos, señalamientos a comuneros y voceros de diferentes resguardos, asesinatos selectivos  a guardias indígenas, comuneros y líderes; es el balance de lo que va corrido del año 2015. A pesar del recrudecimiento de la violencia en varios sectores del norte del Cauca, las comunidades indígenas, valientes y dignas, están decididas a seguir fortaleciendo las acciones de control territorial y de liberación de la Madre Tierra, y esto se comprueba en los diferentes puntos de concentración que siguen recibiendo más participantes cada día. 

 

Pese a que las comunidades realizan pacíficamente estas actividades de liberación, esta semana se ha registrado continuas represiones y abusos de la fuerza pública en los puntos de concentración en Corinto y en La Agustina. Las fuerzas del ESMAD hacen uso indiscriminado de gases lacrimógenos, gases pimienta, balas de goma, balines y otros elementos de represión de manera desproporcionada, lo que significa un abuso de autoridad y un uso excesivo de la fuerza armada.

 

En el desalojo en el punto de La Agustina, el pasado martes 26 de febrero, se registraron 4 heridos. A tres días de iniciados los desalojos violentos en Corinto ya se registra un saldo de más de 40 heridos, dos de ellos con arma de fuego. Compartimos a continuación los informes del Tejido de Defensa de la Vida de la ACIN que notifican los detalles de las arremetidas de la fuerza pública y las afectaciones a las comunidades que permanecen concentradas en los sitios de liberación de la Madre Tierra.

 

Por: Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa - Cauca - Colombia

 http://www.nasaacin.org