Honduras hacia la refundación
El próximo 24 de noviembre el electorado hondureño concurrirá a las urnas para designar a sus nuevas dignidades, en un ambiente marcado por la persistente violación de los derechos humanos y la impunidad; irregularidades en el manejo del proceso por parte de las autoridades electorales; y la injerencia del gobierno de Estados Unidos, que ponen en duda la transparencia necesaria para el respeto de la voluntad popular.
En esta contienda lo que se dirime es si Honduras retoma el cauce democrático, interrumpido por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 que depuso al presidente constitucional Manuel Zelaya, o más bien -mediante el uso sistemático del miedo y la mentira- se impone el continuismo de los poderes fácticos que alteraron el proceso democrático para impedir que cobre forma la convocatoria a una Asamblea Constituyente y continúe una política internacional autónoma, que se expresó en el ingreso de ese país a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Los golpistas estimaron que la medida de fuerza les permitiría frenar y aplastar la incipiente movilización que para entonces había irrumpido a favor de una consulta para que el pueblo decida si está a favor o no de la convocatoria a una Constituyente. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: se desencadena un amplio movimiento de resistencia contra el golpe que en el curso de las largas jornadas de lucha cuaja en organización.
Expresión de ese proceso organizativo es el Partido Libertad y Refundación (Libre) que para estos comicios presenta la candidatura presidencial de Xiomara Castro, quien encabeza las intenciones de voto con un significativo margen de ventaja. Su contendor inmediato es Juan Orlando Hernández, candidato por el oficialista Partido Nacional de Honduras (PNH).
La militarización del país implantada tras el Golpe de Estado, en los últimos tiempos se ha incrementado con la creación de nuevos cuerpos castrenses (como la Policía Militar del Orden Público), la persecución, amenazas, secuestros, asesinatos y criminalización de luchadores y luchadoras sociales; violencia que se complementa con la desinformación y mentiras descaradas que los medios de difusión mercantiles expanden para alimentar el miedo entre la población.
Denunciamos que en todas estas acciones violatorias de los derechos humanos del Pueblo Lenca de Río Blanco son cómplices el Alcalde de Zacapa, alcalde actualmente por el Partido Liberal Nery Hernández, hoy candidato de LIBRE, el Alcalde de San Francisco de Ojuera Raúl Pineda del Partido Nacional y el de Intibucá Martiniano Domínguez también del Partido Nacional.
Durante la campaña electoral se ha intensificado este tratamiento para predecir los “males” que caerán sobre el país con un triunfo de Libre, incluyendo eventuales amenazas respecto a las remesas provenientes de Estados Unidos, cuanto más que la propia embajadora de este país sin reparos se ha tomado la libertad de adelantar resultados
Ante la campaña del miedo, el partido Libre ha respondido con mayor organización y movilización, afirmándose como fuerza política con una cada vez mayor convocatoria porque recoge los anhelos de cambio del pueblo hondureño, remeciendo por tanto la vieja institucionalidad que tenía en el bipartidismo a uno de sus pilares. En esta perspectiva se inscribe la propuesta de refundación del país y el reentronque con los procesos integracionistas que se están fraguando en Latinoamérica y el Caribe.
Ante las elecciones presidenciales de este domingo 24 de noviembre solo queda esperar que el pueblo hondureño apueste por un cambio y una Asamblea Nacional Constituyente que refunde Honduras y la transforme en un país soberano y libre, rumbo al socialismo.
Fuente: http://www.albamovimientos.org/2013/11/honduras-hacia-la-refundacion-falta-final/