Finalmente, este jueves 12 de mayo, el Senado de Brasil completó el golpe de Estado contra Dilma Rousseff, la presidenta democráticamente electa por más de 54 millones de votos hace apenas un año y medio.

De este modo, un Parlamento lleno de corruptos suplanta la voluntad popular sin que Dilma sea acusada de un crimen. En este mundo del revés, el golpista Temer se manifiesta entusiasmado y algunos gobiernos –como el argentino- se apresuran a reconocerlo. Intentan presentar la situación como si fuera de normalidad institucional, pero es inocultable que se trata de un gran retroceso para la democracia y la soberanía en todo el continente.

Desde la Articulación continental de Movimientos hacia el ALBA, repudiamos el golpe de Estado, que es un paso más del avance imperial sobre nuestra región. Junto a los movimientos populares de Brasil, decimos que no reconocemos al gobierno golpista de Temer y exigimos a los gobiernos de América Latina y el Caribe que no legitimen este proceso.

En estos momentos difíciles para Brasil y para todo el continente, los pueblos de América Latina y el Caribe seguiremos construyendo unidad, organización y lucha, para hacer realidad el sueño de una Patria Grande con soberanía popular.

Articulación Continental de Movimientos hacia el ALBA

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