2008-05-21 00:00:00

Alan García, ha dado un nuevo paso para despejar algunas dudas y demostrar que se ha convertido en el más vil servidor del poder económico y de las transnacionales; y para ello, persiste en llevar a la práctica sus políticas del perro del hortelano. Su último zarpazo lo acaba de dar con el Decreto Legislativo 1015, al mismo estilo de la dictadura Fujimorista, entre gallos y medianoche.

Dicha norma, busca destruir las comunidades campesinas y nativas, al autorizar que pueden vender sus tierras con la aprobación por mayoría simple de los asistentes a una asamblea comunal. Hay que indicar que cuando hace tiempo presentó esta propuesta en el Congreso, fue duramente criticada por los gremios agrarios y campesinos así como por expertos en el tema. Pero Alan García está con una recargado de soberbia y cree que puede hacer lo que su mentor Fujimori no pudo hacer.

La comunidad campesina ha resistido por más de 500 años numerosos intentos de destruirlas, y quienes así lo intentaron sepultados por la historia y pasaron a formar parte de la vergüenza histórica del entreguismo. Ese es el destino que le espera a Alan García en su desbocada carrera neoliberal. La CCP y sus bases se preparan para afrontar esta nueva agresión, junto con otros gremios agrarios y campesinos, tenemos una nueva razón para preparar un contundente paro nacional y rechazar las políticas neoliberales de Alan García. Vamos a demostrarle una vez más que nuestras comunidades forman parte de las entrañas mismas de la nación y son parte indestructible de su historia.