En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas:

Buen Vivir para garantizar nuestros derechos y los derechos de la Madre Tierra

2010-08-10 00:00:00

Hoy 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, establecido por la Organización de Naciones Unidas en l994. Una fecha que este año se inscribe en un contexto particular de visibilización y lucha, de articulación y propuestas. Y fundamentalmente de reencuentro con nuestra Madre Tierra en la reconstitución del Buen Vivir.
 
El Día Internacional de los Pueblos Indígenas fue instituido en una década en la que ya estaba en pleno auge el modelo neoliberal globalizado, mientras en el seno de las Naciones Unidas se debatía la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada por fin en setiembre del 2007. En 1989 se había adoptado el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, y en1992 se había suscrito la Convención Marco sobre el Cambio Climático en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, que luego dio lugar al Protocolo de Kyoto, del 11 de diciembre de 1997, por el cual los países industrializados se comprometieron a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases del efecto invernadero, acuerdo que entró en vigor el 18 de noviembre del 2004.
 
Eran, aparentemente, grandes avances para el ejercicio de los derechos de los Pueblos Indígenas y de la Madre Tierra. Pero eran también, como hemos dicho, los años de la imposición global del neoliberalismo: el 1 de enero de 1995 nació la Organización Mundial del Comercio (OMC), creada para liberalizar los mercados. Pero el hambre del dominio era tan grande que los propios marcos de la OMC pronto quedaron estrechos y los países poderosos prefirieron negociar tratados de libre comercio bilaterales.
 
En el Abya Yala, nuestro continente, como parte de un plan geopolítico integral, el neoliberalismo  trajo también los megaproyectos de infraestructura: el Plan Puebla Panamá y la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA). Y, para proteger todo esto, la instalación de bases norteamericanas en lugares estratégicos de acceso y salida a los recursos naturales, junto con estrategias represivas como el “Plan Colombia”.
 
Todo esto significa la vulneración de los derechos esenciales de los pueblos indígenas: autodeterminación, territorio, consulta y consentimiento previo, libre e informado, políticas públicas interculturales en educación, salud, justicia y todas las áreas del quehacer social. Vulneración de derechos que se inscribe en un contexto de crisis mundial generalizada: económica, financiera, política, moral y ambiental, con una crisis climática que amenaza con extinguir todas las formas de vida.
 
Es justamente ante estas agresiones a nuestros derechos esenciales y frente a esta crisis de la civilización occidental, que los Pueblos Indígenas nos hacemos visibles y vamos conquistando protagonismo político, articulándonos en cada región, en cada país y a nivel continental. Llevábamos ya quinientos años de resistencia, desde la invasión europea al Abya Yala, y pasamos a la construcción de propuestas. Propuestas que no se limitan a la defensa de nuestros propios derechos colectivos, sino que se dirigen también a salvar al planeta del cambio climático producto de la mercantilización de la naturaleza. Hablamos de nuestra propuesta paradigmática del Buen Vivir.
 
Propuestas centrales
 
El Buen Vivir es la propuesta paradigmática de los pueblos indígenas. Es la vida en plenitud, en armonía con la Madre Tierra, para enfrentar la crisis de civilización y dentro de ella, de manera urgente, la crisis climática.
 
Además, para que la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas proclamado por la ONU se traduzca en políticas concretas, los pueblos indígenas exigimos el ejercicio pleno de nuestros derechos reconocidos por los instrumentos jurídicos internacionales ya mencionados. Esto significa garantizar la intangibilidad de nuestros territorios. Y poner alto a la mercantilización de la vida, alimentos, agua, y sus impactos sociales y ambientales por las industrias extractivas y los megaproyectos de infraestructura.
 
Demandamos poner alto también a la criminalización de nuestros derechos colectivos: cese a la militarización, genocidio, etnocidio, desplazamiento forzoso, desterritorialización, confinamiento, persecución policial y militar, estigmatización, amenazas, detenciones, torturas y asesinatos contra nuestros líderes y organizaciones indígenas.
 
Y frente a los Estados uninacionales y monoculturales estructuralmente excluyentes, centralistas, racistas, hechos para la conquista, el saqueo y la acumulación, que desconocen la diversidad de pueblos y de culturas que existimos y habitamos en el Abya Yala desde antes de la colonia, planteamos construir Estados Plurinacionales Comunitarios.
 
Los Estados Plurinacionales Comunitarios reconocen las prácticas de cada pueblo: elección de autoridades, ejercicio del Derecho Mayor, cultura, economía. Garantizan que los bienes de la naturaleza sean para todos y todas, y su uso racional. Elaboran e implementan, en consulta con los pueblos, políticas públicas interculturales.
 
En nuestros territorios reafirmamos nuestro modo de vida, nuestros principios y nuestras prácticas de organización y saberes. En este diálogo con la Pachamama, desde hace veinte mil años, fuimos forjando nuestras civilizaciones, el Buen Vivir que hoy ofrecemos como garantía de futuro para toda la Humanidad.
 
Hoy, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, reafirmamos nuestro compromiso de enriquecer esta propuesta, compartirla con todos los sectores y continuar luchando articuladamente para hacerla realidad: Buen Vivir para todos y todas.
 
Lima, 09 de agosto de 2010.
 
Miguel Palacín Quispe
Coordinador General CAOI
 
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina