A 513 años empezamos a vivir las consecuencias del desarrollo que nos prometieron

Guatemala: Consecuencias del desarrollo

2005-10-12 00:00:00

Las organizaciones campesinas guatemaltecas integrantes de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) lloramos a nuestros muertos y damnificados por el huracán Stan, casualmente al cumplirse hoy 513 años de la invasión española a nuestras tierras y territorio. En medio de esta triste y dolorosa situación, mientras atendíamos algunas emergencias en las comunidades y familias afectadas, participábamos en el IV Congreso Continental de CLOC junto a 60 organizaciones hermanas campesinas de 24 países de América Latina y el Caribe, quienes manifestaron su solidaridad con las personas damnificadas y exigen a las autoridades atención inmediata.

No podemos echar la culpa al huracán Stan de la tragedia que vivimos. La responsabilidad está en la mala administración de los recursos naturales y el maltrato que se le ha dado a la madre tierra. La naturaleza simplemente está llamando la atención, si queremos tener vida en el futuro. La deforestación, el uso excesivo de productos químicos en la agricultura, los desechos químicos que se lanzan a los ríos, lagos y mares, la utilización de armas químicos y nucleares, la explotación indiscriminada de los recursos naturales, la destrucción de la biodiversidad, entre otras cosas, hacen que la tierra se caliente cada vez más y las poblaciones más pobres tengamos que afrontar las consecuencias de estos cambios climáticos. Tenemos que señalar a los países desarrollados y los gobernantes de nuestros países como responsables de esta destrucción, porque no tienen una política adecuada y racional y sólo buscan acumular más riqueza y capital con base en el saqueo y la explotación de nuestros recursos. Demandamos al gobierno de los Estados Unidos la firma irrestricto del Protocolo de Kioto y al gobierno de Guatemala revisar de inmediato las concesiones a la exploración y explotación minera y petrolera en nuestro país; de la misma manera la ley de concesiones que se está discutiendo en el Congreso de la República debe borrarse para siempre de la agenda.

Una vez más se desnuda la desigualdad social, exclusión y el racismo en Guatemala, y se evidencia la fragilidad y condiciones de vida de las personas indígenas y campesinas que viven en la extrema pobreza y por lo tanto no cuentan con recursos para salir ilesos de estas tragedias. Es inconcebible que a estas alturas se tenga bien contabilizado el número de cabezas de ganado perdido y las pérdidas en la agricultura de agro exportación y todavía no se tiene el número de personas fallecidas y desaparecidas, en su gran mayoría indígenas de origen maya o que se ofrezcan números por de bajo de la realidad. Solo en Santiago Atitlán, Sololá, están soterrados más de 1,500 hermanos y hermanas tzutujiles, que no son reflejados en los datos que se proporcionan. Es un irrespeto a las victimas, a sus familiares y al pueblo Maya. Una tragedia de esta magnitud no se puede aprovechar para fines políticos partidistas y electoreras, porque se han recibido denuncias que las familias “no han recibido víveres porque no ha llegado el presidente, el gobernador, el diputado o el alcalde para distribuir”, cuando la gente lleva 5 ó 6 días sin comer. Se debe reconocer el esfuerzo que ha hecho la población sobreviviente para descombrar y ayudar a sus hermanos afectados, abriendo caminos, atendiendo a los y las heridas, incluso compartiendo la poca comida y ropa que tienen.

Queremos llamar la atención en cuanto a la dimensión de la catástrofe, por ello se debe atender de inmediato con alimentos, ropa, medicina y dotar de infraestructura básica a las personas damnificadas. Es urgente pasar de inmediato a la reconstrucción del país tomando en cuenta la reubicación de comunidades, reconstrucción de viviendas, dotación de recursos económicos, técnicos y tierra para la producción de pequeños y medianos productores de alimentos a nivel nacional. Llamamos a la comunidad internacional y agencias de cooperación, a tomar en cuenta la participación de la sociedad civil organizada que está involucrada en la atención de la emergencia desde el primer momento, así como la participación de las comunidades afectadas para la reconstrucción de sus vidas.

Por aparte, reconocemos el esfuerzo de nuestros hermanos pobres y pueblos latinoamericanos que han actuado de inmediato y han manifestado su solidaridad. Las diversas expresiones que conformamos la CLOC, demandamos al Estado de Guatemala la atención inmediata a las comunidades rurales para apoyar a las familias mediante programas de atención médica y dotación de alimentos, sin banderas políticas, ni intereses empresariales. Además de la Costa Sur, se debe atender el Altiplano del país.

El Estado debe hacerse responsable de la reconstrucción o resarcimiento de las comunidades mediante mecanismos que garanticen alimentación a las personas afectadas. Urge la reorientación del presupuesto nacional para las economías campesinas y la inversión en proyectos productivos de las comunidades. Es urgente reconocer la organización comunitaria para que desde ahí se prioricen las tareas y necesidades inmediatas de las familias damnificadas. La unidad es la forma más efectiva de hacer que el Estado cumpla con su mandato constitucional de velar por el bien común, por ello, solicitamos a la sociedad civil y a la comunidad internacional fiscalizar la ayuda humanitaria.

Por lo anterior, las organizaciones indígenas-campesinas guatemaltecas y de países hermanos, asimismo los sindicatos, asociaciones, comités, grupos organizados, estudiantes, maestros y personas individuales, reafirmamos nuestra voluntad y compromiso de lucha y resistencia frente a la imposición del modelo neoliberal que nos empobrece y nos excluye.

¡¡¡¡ ANTE LA CRISIS QUE SUFRIMOS LOS HOMBRES Y MUJERES DEL CAMPO, GLOBALICEMOS NUESTRA LUCHA!!!!

Guatemala, 12 de octubre de 2005

Organizaciones de la CLOC en Guatemala: Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC), Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC), Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), Plataforma Agraria, Comité de Unidad Campesina (CUC).